Un billete caído en la calle o unos dólares escondidos en un colchón usado de reventa. La casualidad de encontrar una algo de dinero de casualidad la gozan pocos pero la desean todos. Ahora, la emoción de dar con un pequeño tesoro no se compara con la suerte del canadiense Alex Archbold.
El hombre de 46 años compró la casa de su profesora de música, Bette-Joan Rac, después de ella que falleciera.
“Me dijeron que tenía un ingreso modesto y que no esperara mucho”, dijo a Bored Panda, y contó que la compra de apenas US$7.500 (4 millones de colones) incluía las pertenencias de la fallecida. Sin embargo, las probabilidades jugaron a su favor y escondido en el desorden halló un botín valuado en más de US$300.000 (161 millones de colones).
La sorpresa tardó en llegar, ya que cuando adquirió la propiedad no esperaba hallar una casa totalmente desordenada, llena de cosas y puesta patas para arriba. “Estaba en un estado extremo de acumulación”, dijo Archbold. En realidad, admitió que la idea de comprar la casa en combo fue para sumar una nueva aventura a su canal de videos: “La única razón por la que compré el contenido fue porque pensé que podría ser una aventura divertida para nuestro canal de YouTube y, como mínimo, me compraría un piano de cola. Era imposible ver lo que había en la casa por lo llena que estaba en ese momento. Los lugares estaban apilados de cosas hasta el techo”.
Las expectativas eran bajas por lo que los descubrimientos los agarraron desprevenidos. Junto a su esposa y dos hijos, fueron haciendo limpieza y revolvieron entre las pertenencias hasta que apareció el primero de los tesoros. Enterrado en una pila de papeles, hallaron escondidas barras de plata.
Ese fue el puntapié de una serie de encuentros fortuitos. “Nuestros hallazgos más impresionantes incluyeron billeteras llenas de efectivo, una barra de plata de 2,8 kilos y bolsas llenas de anillos de oro y diamantes”, dijo sin todavía creer el pequeño tesoro que había aterrizado en sus manos. La lista no termina ahí. También encontraron varias cajas con prendas de diseñadores de alta gama como Chanel, Burberry y Tiffany, armarios llenos de abrigos de piel y más prendas de diseñadores reconocidos.
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En la que cataloga como “la mejor inversión que hizo en su vida”, Archbold encontró en la propiedad de la pianista valiosos discos antiguos, cubiertos, zapatos, libros y al menos tres máquinas de coser. “Todo aquí tiene potencial, por eso compramos los contenidos”, agregó el youtuber.
Después de hacer un inventario y subastarlo, recaudó US$200.000 en el primer remate y espera ganar otros US$100.000. Pero hay cosas que todavía guarda en su posesión, como el piano de cola que piensa llevarlo a una cafetería que quiere abrir junto a su tienda de antigüedades en Edmonton, en la provincia canadiense de Alberta.