EscucharManuela, una de las niñas más chineadas de Colombia por ser hija del capo Pablo Escobar, se había mantenido en el anonimato durante muchos años. Sin embargo, esta semana fue captada por un paparazzi.
De Manuela solo se conocía una foto junto a su padre cuando ella solo tenía 9 años.
Ella fue definida como una niña “melancólica” y la “última víctima de Escobar” por el escritor José Alejandro Castaño, quien convivió con la familia durante 20 días para escribir un libro sobre Manuela titulado Cierra los ojos, princesa.
La hija del que fue uno de los hombres más ricos del mundo sabía escapar con su familia de la policía y eso le parecía fascinante, según Castaño.
No tener dónde vivir después de la muerte de Pablo era demasiado para Manuela, quien duerme con un mechón de la barba de su padre bajo la almohada.
Según el escritor, cuando la familia de Escobar fue asilada en Argentina, una de las escenas más conmovedoras fue cuando un compañero de colegio escoge a Escobar como personaje del Siglo XX.
”...en su colegio los profesores proponen que los alumnos elijan a los protagonistas del siglo XX. Unos alumnos optan por Einstein, otros por Hitler, Manuela elige a Chaplin. Un compañero se decide por Escobar, el narcotraficante del siglo XX. Ella escucha en silencio el retrato de su padre, nadie adivina que justo ahí está la hija”, relata en el libro.
Luego de la detención de su madre y su hermano en 1999 por lavado de dinero y falsificación de identidad, sale a luz el seudónimo de la consentida, ya nombrada Juana Manuela Marroquín.
La mujer abandonó el colegio y recibió clases en su casa, además de ayuda psicológica de diversos especialistas. Sin embargo, el constante cambio de identidad impidió que las terapias continuaran.
Actualmente, María Isabel Santos Caballero y Sebastián Marroquín, madre y hermano respectivamente de Manuela, son acusados por lavado de activos. Manuela, de 33 años, no está siendo implicada en la acusación.
