Una tortuga gigante que se había escapado de un zoológico japonés hace dos semanas fue hallada sana y salva a tan sólo 140 metros de dicho lugar.
Abuh, una hembra de 35 años y de un metro de largo, desapareció del parque de animales de Shibukawa, en la prefectura de Okayama, a inicios de agosto, después de que la autorizaran a pasearse en libertad durante las horas de apertura.
Las autoridades del parque, incapaces de encontrar a la tortuga, habían ofrecido una recompensa de 500.000 yenes (unos $4.516 o ¢2,6 millones) a quien ayudara a encontrar a Abuh.
Su estrategia surtió efecto ya que el zoo fue notificado de la presencia del quelonio, de 55 kilos de peso, cerca del lugar.
“Nos alivió mucho que volviera a estar bajo seguridad, porque es muy querida por los niños”, declaró Yoshimi Yamane, miembro del personal del zoo, que calificó a Abuh de “dulce”.
“Vamos a intentar tomar nuevas medidas para que esto no se repita”, añadió Yoshimi Yamane sin dar más detalles.
Se trataba de la segunda vez en un mes que Abuh desaparecía. Su regreso al zoo copó los titulares de los noticieros de la televisión pública NHK.