La policía de Catania, Sicilia, agarró este jueves a un camillero acusado de haber matado a al menos tres personas que estaban en fase terminal para vender sus cuerpos a funerarias conectadas con la mafia.
Se sospecha que el camillero, de 42 años de edad, asesinó a tres ancianos con enfermedades terminales al inyectarles aire en las venas durante el traslado en ambulancia del hospital a la casa.
“Actuó con total desprecio por la vida humana, sin respeto de su dignidad, por sólo lucro”, escribió el fiscal adjunto de Catania, Francesco Puleio.
El camillero recibía 300 euros (unos ¢190.000) por cliente por parte de la funeraria, según reveló un arrepentido de la mafia en el popular programa de la televisión italiana, Le Iene.
Otros dos camilleros han sido interrogados por la policía, que investiga la muerte de unas 50 personas, de las cuales se teme que a 10 le aplicaron la terrible endovenosa de aire.
“Como eran personas que estaban por morir y no tenían salvación, les inyectaban aire en las venas y el paciente moría por una embolia”, indicó el colaborador de justicia.
Las “ambulancias de la muerte”, como se llama la investigación, estaban conectadas con las empresas funerarias locales, la mayoría de propiedad de la mafia, cuyos propietarios ofrecen dinero a los camilleros por cada muerto para así proponer de primeras los servicios funerarios a las familias en duelo.