En las últimas semanas han circulado por las redes sociales fotografías de animales recorriendo calles o lugares donde antes era imposible verlos por la presencia humana.
Hay uno en especial que durante mucho tiempo había sido un misterio: el leopardo de las nieves, que recientemente logró ser fotografiado en Rusia.
En el presente, este felino se encuentra en peligro de extinción y los expertos estaban muy preocupados porque ya habían pasado varios años desde la última vez que fue visto en su hábitat natural.
El leopardo de las nieves es considerado una de las especies más raras del planeta. Las imágenes de esta hembra de leopardo de las nieves fueron captadas por Aleksey Kuzhlekov, un biólogo ruso que estaba haciendo una exploración en el Parque Nacional Sailugem, en el Monte Chernaya.
Por supuesto, este lugar se encontraba libre de personas ante las medidas de prevención de coronavirus. Aleksey Kuzhlekov señaló que el leopardo de las nieves se encontraba a 20 metros de distancia de él y únicamente tuvo 30 segundos para tomarle la fotografía.
En las alturas
Las imágenes fueron compartidas por las cuentas oficiales del parque y del Ministerio de Recursos Naturales y Ecología de la Federación Rusa, así que rápidamente se viralizaron.
El leopardo de las nieves vive principalmente en la zona montañosa de Asia central, en altitudes que van de los 2.000 a los 5.0000 metros sobre el nivel del mar.
Debido a que es muy difícil de ver al felino por su pelaje, un grandioso camuflaje, se ha ganado el apodo de “el fantasma de las montañas”.
Estos mamíferos habitan en 12 países de Asia Central: China, Mongolia, Nepal, Kirguistán, India, Pakistán, Uzbekistán, Mongolia, Rusia, Kazajistán, Tayikistán y Bután. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se estima que quedan entre 4.000 y 7.000 ejemplares en libertad, cifra que seguirá disminuyendo debido a la constante amenaza.
De acuerdo con el Proyecto Altai, el cual protege los paisajes naturales y la vida silvestre de Rusia, algunos investigadores de este gran mamífero creen que solamente existen alrededor de 100 ejemplares en zonas de los alrededores del Parque Nacional Sailugem.
Debido a las condiciones climáticas en las que vive, su pelaje es espeso y semilargo, en tonalidades blancas y grises con manchas negras; además de protegerlo contra las bajas temperaturas, lo ayuda a camuflarse en las rocas y en la nieve.
Gran saltador
Su cola es una de las más largas de todas las especies de felinos, pues mide un metro de largo. Aunque su tamaño sea entre un metro y metro y medio de largo (sin mediar la cola), y su peso entre 60 y 75 kilos, sus patas traseras son tan fuertes que pueden impulsarlo para lograr un salto de 6 metros de largo.
Es un animal solitario, al igual que muchos felinos; solamente se reúnen para el apareamiento y para convivir con los cachorros durante los primeros meses de vida. El periodo de gestación va de los 90 a los 110 días y pueden tener de una a tres crías.
También es sumamente territorial y llega a poseer entre 100 y 200 kilómetros cuadrados de terreno.
Esto depende del lugar donde se encuentre y las presas que haya en ese espacio, marcado mediante orina, heces o rascando con sus garras objetos como piedras.
Llega a los pueblos
El amanecer y atardecer son las horas en las que está más activo para atrapar presas o recorrer sus dominios.
Aunque puede cazar animales que tripliquen su tamaño, como camellos o caballos, este puede bajar de las alturas para atacar, sin problema, al rebaño de las comunidades locales.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), comúnmente con cazados ilegalmente para comercializar sus pieles y huesos, muy codiciados en la medicina asiática.
La construcción de edificios y el aumento de ganado son las razones por las que el leopardo de las nieves está perdiendo su hábitat y esto trae consigo que los ganaderos los vean como una amenaza por el constante ataque al ganado de las comunidades locales.