Baño de leche, tratamiento con oxígeno... la limpieza que le hacen a Cream, una perrita de raza caniche, no se limita a un simple cepillado.
La entrada al Año del Perro, según el calendario chino, lleva a muchos amos a mimar aún más a sus peluditos sin mirar el bolsillo.
“La trato como a mi hija”, reconoce Margaret Lam, de 45 años y dueña de Cream, en el salón SexySushi, una peluquería para perros en el barrio Sai Ying Pun de Hong Kong.
“Quiero que esté guapa”, agrega mientras elige en un aparador un minúsculo abrigo con adornos de pieles que cuesta $76 (unos ¢43 mil).
Debido a la falta de espacios exteriores para los animales domésticos, en ese país se pasea a menudo a los perros en cochecitos especiales. Y como las viviendas suelen ser pequeñas, las razas más populares son las que no crecen mucho.
En SexySushi, que se presenta como “un salón canino de prestigio”, a los propietarios de los perros se les llama “padres”.
El centro dan servicios que van desde los tratamientos con leche o con hierbas, destinados a mejorar la calidad del pelo o curar enfermedades de la piel, a la oxigenoterapia, que según aseguran tiene virtudes calmantes para los gruñones.
Los animales reciben limpieza de orejas y manicura de garras.
También se pueden comprar todo tipo de prendas de vestir como chaquetas con gorritos.
Para el Año del Perro, que empieza este viernes, cada “padre” que paga un tratamiento recibe como regalo un retrato de su mascota rodeado de peluches y objetos de decoración en rojo y oro, los colores tradicionales del Año Nuevo chino.
La dueña del salón, Monna Lam, no ve nada excesivo en el comercio que abrió hace tres años.
“Los animales domésticos merecen cosas mejores”, insiste esta mujer de 30 años, propietaria de 12 perros.
“Los perros son muy felices aquí. A veces incluso se quedan dormidos durante los tratamientos”, afirmó.
Owen Evans, un informático de 39 años, llevó a Jackson, un yorkshire terrier, por primera vez al lugar y asegura que no será la última.
“Queríamos darle a Jackson un corte de pelo realmente bonito y que pasara un rato muy agradable”, afirma.
Sin duda esos peluditos tienen una vida de reyes que más de uno se desearía.