Una de las fotos más impactantes que se han tomado en Afganistán desde la toma de poder de los talibanes, fue la de un avión que iba totalmente abarrotado de gente. La imagen le ha dado la vuelta al mundo y este viernes el Pentágono dijo que la aeronave llevaba la impresionante cifra de 823 pasajeros.
Para que se haga una idea, a ese avión militar está hecho para llevar a unas 300 personas.
El comando militar aéreo estadounidense explicó que al inicio se calculó que 640 afganos huyeron sentados en el duro piso del gigante C-17 Globemaster III, pero se había omitido a los niños que iban a bordo.
La cuenta inicial fue hecha tomando como referencia el número de asientos ocupados en los buses que llevaron los pasajeros al C-17 y había dejado de lado a todos los niños sentados en el regazo de los adultos, explicaron en Twitter.
Finalmente, el avión, que se dirigió a Catar, “transportó de manera segura a 823 ciudadanos afganos del aeropuerto Hamid Karzai el 15 de agosto de 2021. Esto constituye un récord para esta aeronave”, dijo el comando del Pentágono.
No se especificó el número de pilotos y militares estadounidenses que iban en el chunchón, por lo que ese número es mayor.
Según la publicación Defense One, la presión de los afganos para dejar el país el domingo llevó a la tripulación a decidir hacer el vuelo sin que los pasajeros fueran registrados.
“Tenemos mujeres y niños y la vida de personas en riesgo, no se trata de capacidad o reglas y regulaciones, se trata del entrenamiento y las directivas que pudimos manejar para asegurarnos de que podíamos sacar del país a tantas personas de forma segura y efectiva”, dijo el teniente coronel Eric Kut, quien comandó el vuelo.
Esas aeronaves son usualmente utilizadas para llevar equipo pesado o unos pocos centenares de soldados, además de pesados bultos con sus propias armas y pertenencias.
Complicada evacuación
Decenas de miles de afganos intentan salir del país desde el domingo, cuando el movimiento islamista radical tomó el control de Kabul, capital de Afganistán, tras una rápida ofensiva que sorprendió a Estados Unidos y a sus aliados, dos semanas antes de su retirada.
Organizaciones de derechos humanos llamaron al presidente estadounidense, Joe Biden, a mantener las tropas estadounidenses más allá del 31 de agosto en Kabul, donde garantizan la seguridad del aeropuerto durante las tareas de evacuación de extranjeros y afganos.
Pero en un discurso desde la Casa Blanca, Biden aseguró que no puede garantizar “el resultado final” de la operación de evacuación, una de las “más difíciles de la historia”, al final de una guerra de 20 años en Afganistán.
“Esta misión de evacuación es peligrosa. Implica riesgos para nuestras fuerzas armadas y se lleva a cabo en circunstancias difíciles”, dijo el mandatario, criticado por el caos de una operación dificultada por los controles de los talibanes en las inmediaciones del aeropuerto.
Estados Unidos desplegó 6.000 soldados para garantizar la seguridad del aeropuerto y facilitar la salida de unos 30.000 estadounidenses y afganos.
Listas prioritarias
Los talibanes intentan convencer al mundo y a los afganos de que no ejercerán el poder de la misma manera que entre 1996 y 2001, cuando impusieron una visión extremadamente rigurosa de la ley islámica, que penalizaba especialmente a las mujeres.
Pero, según un documento confidencial de la ONU, los islamistas tienen “listas prioritarias” de personas que desean arrestar. En primera línea están quienes ocuparon puestos de responsabilidad en las fuerzas armadas afganas, la policía y las unidades de inteligencia.
“Toman por objetivo a las familias de quienes se niegan a entregarse y las castigan basándose en la sharia o ley islámica”, declaró Christian Nellemann, director del Centro Noruego de Análisis Globales.
Este viernes, día de descanso y oración para los musulmanes, los talibanes pidieron a los imanes (quienes dirigen la oración) que predicaran por la unidad. “Aquellos que tienen poca fe corren detrás de los aviones estadounidenses. No son buenas personas, deberían quedarse y construir su país”, dijo un imán en Kabul.