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Un avión de la compañía bangladesí US-Bangla Airlines, cuyo eslogan es “viaje rápido, viaje seguro”, procedente de Dacca se estrelló este lunes con 71 personas a bordo cerca del aeropuerto de Katmandú , en Nepal, causando al menos 50 muertos y 22 heridos, anunciaron las autoridades. Sin embargo, debido a la magnitud del desastre la cifra podría subir.
“Cuarenta personas murieron en el acto y otras nueve fallecieron en dos hospitales de Katmandú ”, declaró Manoj Neupane, portavoz de la policía, que indicó que 22 heridos fueron hospitalizados, algunos de ellos en estado crítico.
El avión había despegado de Dacca con 67 pasajeros y cuatro tripulantes, y cayó sobre una cancha de fútbol cerca del único aeropuerto internacional del país.
Personal en el Colegio Médico de Katmandú _el más cercano al aeropuerto_ informó que estaba atendiendo a 16 sobrevivientes.
Amanda Summers, una estadounidense que trabaja en Nepal, vio el siniestro desde la terraza de su oficina.
“Volaba tan bajo que pensé que iba a estrellarse contra las montañas” . Summers desconocía si el aparato llegó a la pista de aterrizaje. “De pronto hubo un estallido y después otro estallido” , dijo.
Amanda Summers, una estadounidense que trabaja en Nepal, vio el siniestro desde la terraza de su oficina.
“Volaba tan bajo que pensé que iba a estrellarse contra las montañas” . Summers desconocía si el aparato llegó a la pista de aterrizaje. “De pronto hubo un estallido y después otro estallido” , dijo.
De momento no se conocían las causas exactas del accidente, pero según un comunicado de las autoridades aeroportuarias el avión estaba “fuera de control” un poco antes del momento del aterrizaje.
Una fuente aeroportuaria sugirió, bajo anonimato, que el accidente pudo deberse a una confusión entre el piloto y los controladores aéreos sobre la pista de aterrizaje asignada al avión.
Según testigos, la navese estrelló al realizar su segundo intento de aterrizaje y se incendió tras detenerse en la cancha de fútbol.
“Debería haber ido todo recto, pero se fue hacia otra dirección”, declaró Sushil Chaudhary, que trabaja en los servicios de limpieza del aeropuerto. “Temía verlo chocar con otro avión, pero el piloto enderezó el aparato. Aunque luego se estrelló hacia el campo” de fútbol.
Varias imágenes mostraban los restos del aparato en llamas, que los rescatistas tuvieron que cortar para buscar a las víctimas.
Desde el terreno de fútbol en el que se estrelló el avión se elevaban columnas de humo.
El aparato era un Bombardier Dash 8 Q400 turbopropulsor de producción canadiense, indicó a la AFP Mahbubur Rahman, del ministerio de Aviación Civil.
El aparato tenía 17 años, según la página web de seguimiento de vuelos en tiempo real Flightradar24, basada en Suecia.
El aeropuerto de Katmandú pudo reabrir después de un breve cierre tras el accidente que obligó a que algunos vuelos con destino al aeródromo tuvieran que ser desviados.
El lugar está rodeado de montañas, lo cual dificulta las maniobras para los pilotos. “El aterrizaje en Katmandú es un poco un reto debido al terreno”, explicó Gabriele Ascenzo, un piloto canadiense que se encarga de hacer formaciones de seguridad aérea en Nepal.
El país asiático sufrió varias catástrofes aéreas en los últimos años, que supusieron un duro golpe para su industria turística.
La mayoría de estos accidentes se achacaron a la inexperiencia de los pilotos, así como a problemas de mantenimiento y de gestión.
En setiembre de 2012, un avión Sita Air que llevaba montañeses al Everest chocó con un pájaro y se estrelló poco después de despegar, matando a las 19 personas que iban a bordo.
En febrero de 2016, un Twin Otter de la compañía aérea Tara Air se estrelló en el distrito de Myagdi, en el Himalaya, a unos 4.900 metros de altura, provocando la muerte de las 23 personas que viajaban a bordo.
