Rebecca Barker, una madre británica de tres niños, relató a la BBC los momentos de terror que vivió por ser adicta al sexo.
El sexo se volvió una adicción para Barker luego de tener a su tercer hijo. La mujer reveló que perdió el control de su vida y de su relación.
“En el peor momento, incluso tener sexo cinco veces al día no era suficiente. Era literalmente lo primero en lo que pensaba al levantarme. No podía sacármelo de la cabeza”, dijo la británica de 37 años a la BBC.
Constantemente la mujer le proponía tener relaciones a su pareja, quien al inicio lo tomó bien, pero después se cansó de los múltiples encuentros.
“Al principio no le importaba pero hacia el final no podía entenderlo en absoluto. Después de varios meses empezó a preguntarse por qué pasaba y qué lo provocaba. Me acusó de tener otra relación. Pensó que eso debía hacerme sentir culpable y que por eso quería sexo con él todo el tiempo”, dijo.
Los candentes subidones le llegaban de repente, incluso, cinco minutos después de haber tenido un encuentro sexual, por lo que decidió irse a vivir con su madre.
“Me volví ermitaña, me quedaba en casa porque me daba vergüenza que solo pudiera pensar en eso. Incluso aunque nadie pudiera leerme la mente, me sentía muy incómoda al estar rodeada de gente”,afirmó a la BBC.
Al final, aportar varios cambios en su estilo de vida y tratar de superar la depresión fue lo que le funcionó a Barker para superar su adicción.