Fiscales del estado de Misuri, en el centro de Estados Unidos, anunciaron cargos por delitos graves contra un hombre blanco que supuestamente disparó e hirió gravemente a un adolescente negro que tocó el timbre de su casa por error.
Ralph Yarl, de 16 años, estaba en estado crítico después de recibir dos disparos, uno de ellos en la cabeza, el pasado jueves por la noche, cuando tocó el timbre de la casa equivocada mientras iba a buscar a sus hermanos mellizos que estaban con un amigo.
La indignación por el caso aumentó el fin de semana, tras conocerse que el hombre, que según fiscales y medios tiene 84 u 85 años, había sido liberado sin cargos luego de permanecer 24 horas detenido.
Sin embargo, el lunes, el fiscal del condado de Clay, Zachary Thompson, anunció que el anciano, identificado como Andrew Lester, había sido acusado de agresión en primer grado y acción criminal armada.
“Pretender que la raza no es parte de toda esta situación sería esconder la cabeza en la arena”, dijo el martes el alcalde de Kansas City, Quinton Lucas. “A este chico le dispararon porque era negro”, agregó en declaraciones a CNN.
La Casa Blanca anunció el lunes por la noche que el presidente Joe Biden había hablado por teléfono con Yarl “y compartido su esperanza de una rápida recuperación”.
La tía de Yarl, Faith Spoonmoore, dijo en una campaña de GoFundMe que su sobrino era un estudiante talentoso que soñaba con estudiar ingeniería química. Hasta el martes por la mañana, se habían recaudado más 2,8 millones de dólares para Yarl.
Los tiroteos mortales ocurren regularmente en Estados Unidos, un país de unos 330 millones de personas en el que se calcula que hay unos 400 millones de armas.
Pero el caso de Yarl ha suscitado una especial indignación, pues el país sigue lidiando con una larga historia de falta de rendición de cuentas por la violencia contra los afroestadounidenses.
La jefa de policía de Kansas City, Stacey Graves, dijo en una conferencia de prensa el domingo por la noche reconocer los “componentes raciales” en el caso, pero la información ahora “no dice que haya motivos de raza” y la investigación seguía en curso.
El lunes también se presentaron cargos en un caso similar en el estado de Nueva York, aunque la víctima del tiroteo del sábado por la noche, Kaylin Gillis, no sobrevivió.
La policía del estado de Nueva York dijo que Gillis recibió un disparo mortal el sábado por la noche cuando se presentó con otras tres personas en la dirección equivocada cuando intentaba encontrar la casa de un amigo.
El dueño de la casa identificado como la persona que disparó, Kevin Monahan, de 65 años, fue arrestado el lunes y acusado de asesinato en segundo grado, según la oficina del sheriff.