Mostar, Bosnia-Herzegovina
AP
Miles de personas se congregaron el fin de semana pasado en la sureña ciudad bosnia de Mostar (Europa) para una histórica competencia anual de clavados que atrae multitudes por más de cuatro siglos.
Más de 10.000 espectadores vitorearon y soltaron bombas de humo mientras miraban a 41 hombres saltar desde el Puente Viejo de Mostar en la 451ra edición anual de la competencia.
Los competidores se lanzaron desde una altura de 27 metros alas frías, rápidas aguas del río Neretva, frente a un panel de jueces que calificaban la calidad del salto.
La caída desde el puente al río, de 4,5 metros de profundidad, dura casi 3 segundos y los clavadistas alcanzan velocidades de casi 80 kph.
Al final de la tarde del domingo, Lorens Listo, de 38 años y oriundo de Mostar, se llevó su 11no título de la competencia.
“Cada vez que compito es más difícil y cada victoria es por ello más dulce”, dijo.
Saltar desde el puente, construido por los otomanos en 1566, ha sido un rito de iniciación para generaciones de jóvenes.
El Puente Viejo, considerado Patrimonio de la Humanidad, fue destruido durante la guerra de los Balcanes de 1992-1995, pero fue cuidadosamente reconstruido tras el conflicto.