A Yiyo Alfaro y Choché Romano no solo los une su pasión por la televisión y la radio ni los más de 16 años de amistad, ahora tienen algo más en común que los hace comprenderse más entre ellos por una situación que no hubiesen deseado que les pasara.
El presentador de ¡Qué buena tarde! acaba de experimentar lo que es que vivir el susto de que le digan que su papá, José Miguel Alfaro, no tenía un simple dolor de pecho sino que lo que sufrió fue un infarto y que por ende pudo haber muerto si no hubiese sido atendido a tiempo.
El papá de Yiyo sufrió el infarto el pasado 20 de diciembre y debió ser llevado de emergencia al hospital San Rafael de Alajuela, donde quedó internado, algo que jamás se esperaban porque don José Miguel siempre fue un hombre “muy sano”.
Esa misma situación la vivió tiempo atrás Choché con su papá, Bernardo Romano, a quien también le dio un ataque al corazón, por eso el colochudo dice comprender muy bien el trago amargo que vivió la familia de su amigo esta Navidad.
Afortunadamente, el papá Yiyo ya está puras tejas y fue dado de alta este lunes por la tarde, pero aún debe de seguir una serie de cuidados para evitar otro relojazo.
Y como a lo malo siempre hay que sacarle algo bueno, los dos presentadores acordaron hacer algo en sus redes sociales para generar conciencia de la importancia de estar haciéndose chequeos médicos y de velar por tener una buena salud, en especial cuando ya se está entradito en años.
Según explicó Yiyo, están planeando hacerse algunas pruebas médicas y con ayuda de especialistas mostrar cuáles son los pasos a seguir para evitar una cardiopatía, pues no quiere que las cifras de infartados siga en aumento.
“La otra semana Choché y yo vamos a ir a hacernos las pruebas del corazón, las pruebas físicas porque los dos ahora somos hijos de cardiopatas y queremos estar bien, entonces, queremos hacer también como un llamado al inicio de año de hacerse chequeos médicos”, contó Alfaro.
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Navidad sin celebración
Yiyo reconoció que este fin y principio de año no la pasó tan bien como quería porque el simple hecho de saber que su papá estaba internado y lejos de ellos no podía dejar de preocuparse.
Además, a su mamá, Ana Lía González, también se le dio mucho y debió llevársela unos días para su casa para que ella no estuviera sola mientras su papá salía del hospital.
De hecho, ni pudieron celebrar la llegada del 2023 con una fiesta familiar como ha sido la costumbre entre ellos porque según dijo, no tenían los ánimos suficientes, pues sabían que hacía falta el pilar de la casa.
“Fue un gran susto que nos hace a todos estar más unidos, no hemos tenido una Navidad o fin de año así como celebrado porque estábamos muy pendientes de él, pero ahora sí hay muchos motivos para celebrar y estamos muy contentos de tenerlo con nosotros de vuelta”, mencionó.
Agradecido con la atención
El presentador de Teletica dijo estar muy agradecido con el personal médico, tanto del hospital alajuelense como del México, por todas las atenciones que le dieron a don José Miguel.
También con todos sus seguidores y amigos que estuvieron pendientes y le desearon una pronta recuperación a su papá sin conocerlo.
“Gracias a ustedes por esas energías tan bonitas, por toda la gente que estuvo ahí pendiente, al hospital de Alajuela, al hospital México que bueno, corrieron por la salud de mi papá. Estamos muy felices de tenerlo un año más con nosotros”, mencionó.
El también actor agregó que todo esto sirvió para unir aún más a su familia y valorar todavía la compañía, el abrazo o el simple saludo de sus seres queridos.
Para su suerte esta semana el programa ¡Qué buena tarde! ya está grabado por lo que podrá aprovechar para chinear a sus papás.