Una sorpresa de que le dio su hija Bárbara Echandi, revivió uno de los momentos más lindos en la vida de la chef Viviana Muñoz.
La joven le envió una fotografía a su mamá desde un paseo que estaba haciendo en Puntarenas, en la que utiliza el mismo vestido de baño rojo que su mamita lució en la final del Miss Universo 1991, cuando Muñoz fue la representante tica en Las Vegas, Nevada.
La chef tenía guardada la prenda en un baúl de los recuerdos donde también conservaba algunos artículos de cuando fue la reina del café en ese año.
Vivi lo sacó la semana anterior y se lo enseñó a Bárbara, quien en dos toques se adueñó de él y no le dio detalles de lo que pensaba hacer.
“La semana pasada me puse a buscar unas fotos y me encontré ese vestido de baño en medio de varias cosas significativas que conservo, se los enseñé a mis hijas porque a ellas les encanta que les cuente historias, Bárbara lo tomó y no me dijo nada, solo me lo pidió...
“Este fin de semana se fue para donde mi hermana a pasar con ella en el Puerto y me mandó la foto con mi vestido, a mí me encantó y me sorprendió porque le quedó perfecto, son muchos años de estar guardado y puede que la licra se estire o se reviente y no, está perfecto”, señaló Vivi.
La foto que compartieron en redes sociales fue un pegue, pues se ve a las dos reinas, cada una en su época, luciendo el traje.
Incluso, Viviana compartió esa imagen en el chat de WhatsApp que tiene con las participantes de aquel año y todas se sintieron conmovidas y algunas buscaron hacer lo mismo con sus hijas.
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Susto.
La exmiss Costa Rica recuerda que ese fue el vestido oficial que todas las participantes utilizaron en el concurso, a ella le gustó mucho el color, pero en un principio pensó que no le quedaría por tener más busto de lo que se acostumbraba en este tipo de certámenes de belleza, algo que sin duda cambió.
“Mi preocupación era siempre que no me quedara porque era delgada, pero con mucho busto, tenía que hacerle arreglos en el país pero estando allá no podía. Incluso recuerdo que a mí en el Miss Universo me dijeron que tener tanto busto, no me ayudaba.
“Cuando llegué aquí hasta un cirujano me ofrecía una cirugía reductiva, no estaba de moda para los concursos, pero no era que se desbordaba, es algo que a mí no me acomplejó nunca”, explicó.
Añadió que el Miss Universo fue de las experiencias más lindas de su vida, aunque también fue bastante cansado porque tuvo que pasar muchos días ensayando para que todo saliera perfecto.
Otra reina.
Viviana no niega que le encantaría ver a su hija en Miss Universo, pero sabe que primero tiene que ir quemando etapas para que si se da esa oportunidad lo haga por todo lo alto.
“Yo le he aconsejado primero que termine su profesión y ya lo va a hacer, ella es terapista de lenguaje y también que vaya a Miss Costa Rica con un fogueo, ahorita es Señorita San José, que es la que va a Miss Mundo y es una preparación perfecta para que siga creciendo”.
“Bárbara tiene 23 años y desde chiquita le han gustado los concursos, tiene mucha disciplina y cuando se mete en algo es en serio, en estos meses le ha puesto mucho y tiene carisma y pasión que es lo importante”, agregó la chef.
Muñoz sabe que en cualquier campo público que incursione su hija tendrá que afrontar los comentarios malos de la gente.
“Tiene la presión de que la gente diga que es argolla, pero yo le digo que ella tiene personalidad y luz propia”, aseguró.