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En redes sociales se está hablando una nueva variedad de amor que para muchos es más que extraño.
Según el diario el Tiempo, el “amor platónico” está creciendo alrededor del mundo y está basado en crear una relación con un, o una, compañero para toda la vida, con quien se comparten valores y creencias. La única y gran diferencia con un matrimonio convencional es que no se tienen relaciones íntimas. Suena raro, ¿verdad?
Un ejemplo de este tipo de relación es la que conforman dos amigas estadounidenses llamadas Jay Guercio y Krystle Purificato, quienes decidieron casarse para poder gozar de los beneficios de tener una unión reconocida y adoptar a una menor juntas. Ya ahí como que va tomando forma esta tendencia.
De hecho, la posibilidad de tener hijos en conjunto y contar con compañía y apoyo de otra persona con quien no deben mantener relación amorosa, fue la que las llevó a tomar esa decisión.
“Mi mejor amiga de hace más de ocho años y yo nos casamos. Tuvimos una ceremonia de nuestra unión porque realmente queríamos criar hijos juntas”, explicó Jay Guercio en una entrevista realizada por ABC.
“No existe una sola manera de estar casado. Tenemos buena comunicación, valores similares y tenemos el tipo de unión que ambas sabemos que va a resistir el paso de los años”, dijo, por su parte, Purificato.
Guercio se identifica como demisexual, o sea, que tan sólo puede sentir atracción física por una persona con la que ya haya construido una unión emocional y la otra chica se autodenomina grissexual, que quiere decir que su orientación cambia constantemente, por lo que no puede asegurar sentir atracción de manera consistente.
En la entrevista también estuvo presente la doctora Logan Levkoff, experta en sexualidad y relaciones, quien metió la cuchara y dijo que este tipo de relaciones no son exclusivas de una orientación sexual particular, pues realmente se basan en la necesidad emocional de las partes por fuera de la intimidad física.
“Cualquiera de cualquier orientación podría tener una relación platónica”, añadió Levkoff.
