Farándula

(Video): Músico no vidente le pone sabor al programa del periodista Luis Carlos Monge

Karel Hernández toca guitarra, piano y percusión

EscucharEscuchar
Karel lleva un mes en el programa “¡A cachete!” junto al periodista Luis Carlos Monge y han hecho buena yunta breteando juntos. Foto: Cortesía Karel Hernández.

Si la música del nuevo programa del periodista Luis Carlos Monge suena !A Cachete! es gracias a Karel Hernández.

Este cubano-tico, de 39 años, demuestra en cada programa que no se necesita ver para sentir la música como él lo hace.

Karel es no vidente porque desde que nació padece una enfermedad llamada fibroplasia retrolental, generada por el tratamiento con oxígeno hiperbárico que le ponen a los bebés prematuros.

Este vecino de Alajuela es padre, tiene su propio conjunto musical desde hace ocho años llamado Costa-Habana y se abrió campo en el programa que transmite Multimedios los viernes de 8 p. m. a 9 p. m. gracias a que es muy amigo del periodista Omar Cascante, quien le presentó, hace tiempo, al ex-Perro de traba.

¿Hace cuánto llegó a Costa Rica?

Hace 24 años, en 1996. Tenía 15 años. Con mis papás y mi hermano.

¿Cómo nace el gusto por la música?

A mí papá le encanta. Él tocaba con amigos y en reuniones, entonces desde que tenía cuatro años yo seguía, con la mano derecha, el ritmo que él hacía. Ya cuando fui creciendo, a los ocho años, él me fue enseñando posiciones con la mano izquierda, lo que son acordes y eso, entonces ahí fui empapándome un poquito de la música.

¿Cuáles instrumentos toca?

El fuerte mío es la guitarra, toco un poquito piano, percusión, bajo, a todo le hago un poquito.

¿Cómo conoció al periodista Omar Cascante?

Nos conocimos en el Instituto de Alajuela, ahí estudiábamos juntos. Yo hacía presentaciones en Cuba y cuando llegué aquí, igual, en restaurantes. Cuando lo conocí a él nos hicimos los mejores amigos, él ni pensaba ser periodista, entonces todos los días nos veíamos y sacábamos canciones de Luis Miguel en aquella época, un disco de José Feliciano. Todos los días nos íbamos para la casa de él a comer un melcochón cada uno con mantequilla y paté y un jarrón de café.

Los ritmos preferidos del músico son la salsa y el bolero por herencia de su cultura cubana. Foto: Cortesía Karel Hernández.

¿Omar le enseñó algo de música?

Él sabía un poco, yo sabía otro poco y ahí fuimos complementando, pero esa era la paga, pan con paté.

O sea, la ha pulseado bastante para ser músico...

Yo toqué en los buses por muchos años. En los buses de Guanacaste, parecía un avión, haciendo escala en San Ramón, Barranca, en Chomes, en todo lado. Me bajé de un bus y me subí a otro durante muchos años y luego en los buses de Alajuela.

¿Tuvo algún grupo con Omar?

Después de tantas serenatas decidimos hablar enserio y hacer un grupo que se llama Costa-Habana, por Costa Rica y Cuba, desde hace como ocho años. A Omar le entró la fiebre del saxofón y a mí la de la guitarra y así empezamos a matar chivos, como le dicen. Él y yo creamos una canción que se llama, ¿Qué nos pasó?, es un tema que trata sobre la pandemia, la hicimos en una sola noche, terminamos a las tres de la mañana.

¿Es papá?

Tengo una hija de 17 años, se llama Jocelyn. Es la mayor bendición que llegó a mi vida y por quien lucho día a día y es el motor que lo mueve a uno.

¿No ver dificulta mucho el aprendizaje de la música?

Es una discapacidad, lo que pasa es que la discapacidad es mental. Si usted se dedica a morirse por aparte de la discapacidad que usted tenga, no echa para adelante, pues está feo, se hunde el barco. Si usted deja que el tren pase y se queda ahí, se le van los vagones y no hizo nada.

Gracias a mis padres que me inculcaron el seguir adelante, a mí se me caía una bola y yo les decía, ‘recuerden que yo no veo’, y ellos me decían, ‘usted sí puede'. Me compraron desde una bicicleta, hasta un carro, una bola, ellos nunca me menospreciaron, ni me dieron por menos.

¿Cómo se da su llegada al programa?

A Luis Carlos lo conozco desde hace tiempo porque él y Omar fueron compañeros en Buen día, entonces ahí lo conocí y mi llegada a ¡A cachete! porque Luis Carlos nos invita a Omar y a mí al programa para hablar de una anécdota de nosotros de hace 24 años. A mí me gusta mucho improvisar, entonces yo llego con la guitarra y comenzamos a vacilar y dicen, ‘¿y cómo la estamos pasando?' y yo empiezo, ‘¡a cachete!‘, ellos empezaron a hacer el coro y yo a improvisar.

Karel Hernández llegó a Costa Rica a la edad de 15 años junto a su familia. Foto: Cortesía Karel Hernández.

Entonces Luis Carlos me dijo, ‘mae, ¿por qué no se queda aquí breteando?, me cuadró lo de ¡a cachete!‘, entonces me quedé yo ahí musicalizando. Depende del invitado, hablan de amor y yo musicalizo algo romántico; hablan de algún suceso y ¡pum!, meto yo como algo tenebroso y así.

¿Cómo ha sido bretear al lado de Luis Carlos?

¡Pura vida!, Luis Carlos me dio la oportunidad de exposición, de demostrar mi talento y de ponerle un granito de arena al programa.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.