Si se topan con Gabriela Lépiz, la esposa del exjugador Rolando Fonseca, y la ven más radiante que nunca les adelantamos que toda esa felicidad se debe al baile.
La hermosa rubia es amante de mover las caderas al ritmo de la música, pero ella se tiraba a pista sin tener ni la más mínima idea de lo que estaba haciendo. Lo único que siempre ha sabido es que bailar la hace muy feliz.
Conforme pasaban los años, Gaby tenía un tema pendiente en su lista que no la dejaba tranquila.
Pero ahora que sus dos hijos son adultos y profesionales, a Gabriela le quedó el tiempo suficiente para dedicárselo a ella y le sirvió de impulso para que se decidiera a llevar clases de baile. Hace un mes que empezó a ir a clases y está realizada.
A Lépiz le gusta hacer las cosas bien, así que decidió llevar clases con el bicampeón nacional de salsa y reconocido coreógrafo y bailarín, Billy Corado, quien se dio a conocer gracias a sus participaciones en el concurso “Dancing with the stars”.
Ella asiste a clases grupales dos veces a la semana. Cada clase dura dos horas, o sea, solo en clases baila sin parar durante cuatro horas.
Gaby conversó el pasado 19 de diciembre con La Teja luego de una de las clases que recibió en la Corado Dance Academy, ubicada en San Rafael de Escazú.
–¿Sabía algo de baile ?
–Yo pensaba que bailaba, pero llegué aquí y topé con cerca (risas). Me di cuenta que no sabía. Aquí me di cuenta que existe una base fundamental para que todos los demás pasos salgan bien, algo que yo no tenía.
–¿Quién le recomendó las clases con Billy?
–La hija de una amiga es una de las niñas que bailan en Dancing y yo les conté que quería meterme a clases de bachata y salsa, por lo que ella me dijo: ¡El mejor es Billy!
–¿Qué ha sido lo más difícil en estas primeras clases?
–El ritmo, ya que tengo mucha energía y siempre quiero ir muy rápido, pero me tengo que controlar (risas). Ahora escucho más la música para marcar bien el ritmo. Eso lo hago, porque fue el consejo que me dio Billy.
–¿En tan poco tiempo nota algún cambio a la hora de bailar?
–Sí se nota el cambio. Estuve en un matrimonio y bailé bachata y todo el mundo me decía: ¡Qué lindo está bailando! En realidad sí se nota. Y eso en tan solo un mes de clases, porque sé que me falta un montón (por aprender).
–¿Su esposo baila?
–Rolando baila de todo y superbién. Él aprendió solo cuando era chiquitillo.
–¿Tienen algún salón favorito para ir a bailar?
–Ahora solo bailamos como cuando vamos a fiestas, actividades o si salimos con amigos. No tenemos un lugar exclusivo y ahora casi todos los lugares son como para los jóvenes.
–¿Cuál es su objetivo con las clases de baile?
–Llegar a ser muy buena bailando bachata y salsa. Salir de aquí y decir: ¡Soy muy buena! Lo que pasa es que si me meto en un proyecto lo quiero hacer con excelencia. El otro día no me salía un paso, y no me dejaba. Yo misma me exigía y entrenaba mucho en la casa y cuando llegué a la academia les dije a los compañeros que me ayudaran, que me explicaran porque quiero ser muy buena en esto.
– A Billy lo conocen por Dancing, pero ¿qué cualidades tiene como profesor?
–Es muy paciente y explica desde lo más básico hasta lo más complejo, entonces lo hace ver más sencillo. Tiene el carisma y el don para enseñar, porque no es cualquiera que lo puede hacer. Él lo lleva a uno poco a poco y cuando uno menos lo cree ya está bailando.
–¿Qué ha significado para usted llevar clases de baile?
–Esto me lo he tomado como un proyecto personal y estaba en la lista de cosas que quería hacer en mi vida. Y nada mejor que hacerlo con el mejor, Billy. Además hago lo que me gusta, le puse un “check” a mi lista de pendientes y de paso adelgazo.
–¿Aceptaría una invitación para participar en Dancing with the stars?
-No creo (que me inviten), porque no soy conocida ni famosa. Además no me gustan las redes sociales y al que invitarían es a Rolo (risas) porque él sí es famoso.
–¿Se animaría a participar en un concurso de baile?
–Sí, pero si estoy bien preparada.
–¿Qué le han dicho Rolando y sus hijos sobre las clases?
–Ellos a veces me piden videos y filmo a escondidas un poco y les enseño. Les encanta porque siempre me entregué a ellos y ahora que están grandes estoy haciendo algo para mí. Se sienten orgullosos de mí.
Hasta el más tieso puede aprender a bailar
Aprovechamos a Billy para que nos contará sobre su nueva alumna.
“Traía un poquito de movimiento, pero por supuesto como siempre lo he mencionado, en el baile hay una técnica para que las personas entiendan mejor cómo es el movimiento cuando se está ejecutando con la música, entonces eso es lo que ha estado descubriendo Gaby en estas clases”, detalló.
“Gaby viene a las clases, está muy feliz de bailar con todo mundo y le ha ayudado a liberarse un poco del mundo”, añadió.
El bailarín profesional comentó que gracias a “Dancing” a las personas les dan más ganas de aprender a bailar.
“Se alborotan por aprender, pero todavía les da miedo y en la academia trato que a las personas se les quite ese miedo. Les doy una clase de prueba gratis, que ese sea el primer paso y puedan decir: ¡Sí puedo! Eso es lo que quiero con la academia", detalló Corado.
Billy da clases grupales e individuales. Para información llame al 8812-9243.