Durante el funeral de su padre, el presentador Ítalo Marenco pasó llorando prácticamente toda la homilía.
No era para menos, pues estaba despidiendo a su héroe y ejemplo a seguir, el actor Álvaro Marenco y justo el día de su cumpleaños número 40.
Sin embargo, al terminar la ceremonia sacó fuerzas y tomó el micrófono para agradecer a los presentes tanto cariño y apoyo durante todas estas semanas que su papito estuvo enfermo.
Eso sí, antes pidió un aplauso para despedirlo como en una de sus tantas obras de teatro, en las que participó en sus más de 55 años de carrera.
Todos sus amigos y familiares se pusieron de pie y no dejaban de aplaudir.
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Después vaciló en que estaba seguro que todos tenían al menos una foto con su papá y que de fijo él los etiquetó en sus redes, lo que causó risa en medio de tanto dolor.
“Hoy celebro la vida. El amor que yo tengo por mi papá y que ustedes tienen llévenselo por favor y recuérdenlo feliz. Es lo más bello el tiempo y el amor que ustedes le dieron a mi papá, de cómo lo querían, de cómo lo llamaban. Debe ser lindo ser mi tata, tener una vida y hacer lo que quiso, se fue a París según él a ser abogado y terminó de titiritero, hizo lo que quiso de su vida y hoy estamos despidiéndolo de una forma física, pero su corazón y su legado va a estar siempre con ustedes. Gracias familia, gracias teatreros, cine, danza, amigos, todos, muchas gracias”, dijo Ítalo.