(Video) Chepiar de: Compositor tico tiene talento de sobra

Para muchos que están metido en el mundo de la música el nombre de Sebastián Gámez Marenco no les suena mucho, pero cuando escuchan su apodo, Pranz, la cosa cambia.

Este joven, de 25 años y vecino de Desamparados, es cantante y compositor. Además es el creador de la pieza "Sacarte de una sonrisa", que tiene más de una semana en la posición número uno en la lista de las 50 más virales de Spotify.

Esta canción la escribió el año pasado en homenaje a su madre, quien tiene una enfermedad terminal. La pieza es un pegue tras grabarla junto a varios reconocidos cantantes e 'influenciadores'.

Esta versión la hizo como una campaña de ayuda para la Cruz Roja pues todo el dinero que se recolecte con las descargas será donado a los damnificados por la tormenta Nate.

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–¿ Cómo inició como cantante?

– Empecé como compositor, más que como músico. Desde niño escribía poemas y luego comencé a hacer canciones de rap y con eso incursioné en la música. En ese momento estaba en el cole y no tenía mi estudio de grabación, así que empecé a comprar equipo y resultó que no me iba mal grabando por lo que empecé a grabarle a toda la gente que conocía y que también rapeaba, así que cuando me di cuenta ya tenía un estudio de grabación en mi casa.

–¿ Y qué pasó con esas primeras canciones que grabó?

– Lancé varias, pero era la época del Hi5 (red social), por lo que después las eliminé. Estuve en pausa un tiempo porque me gustaba la música, pero me decían (los papás) que la música no es una carrera y yo estaba en el Voca de Desamparados (Colegio Vocacional Monseñor Sanabria) y como había estudiado Electrónica me enfoqué en esa especialidad y dejé la música tirada.

Estuve estudiando en la UCR Comunicación Colectiva y Producción Musical e Ingeniería de Sonido, pero por aparte. Cuando terminé la carrera de producción musical conocí a varios de mis socios actuales en Vibras.

–¿Y qué es Vibras?

– Había decidido que me iba a tener un estudio de grabación para ayudar a otros artistas y que no tendría mi proyecto musical, pero estaba satisfecho con mi capacidad como cantante así que no lo descarté del todo.

El trabajo me generaba bastante, me iba muy bien y me compré un montón de equipo para el estudio. También ahorré y me pude comprar un carro. Volví a ahorrar y decidí que me iba a mandar a como diera lugar. Empecé en el 2014 Vibras The Music Company con tres socios (Gabo López, Bryan Monterrosa y Manuel Murillo, alias Maul). Vibras es nuestro sello disquero y nuestra actual productora.

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–¿Y cómo regresó a la rapeada?

– Teníamos como un año con Vibras y un día me puse rapear porque siempre me ha gustado y fue así que ellos (sus socios) se dieron cuenta que cantaba porque no sabían. Ellos me convencieron para que grabara algo y lancé el primer sencillo "Presente" y poco después, en febrero del 2016, saqué el primer EP (reproducción extendida) llamado "Cinco", que fue ganador del premio ACAM a mejor composición de música urbana.

Luego de eso, a finales del 2016, saqué un segundo EP llamado "No soy normal", esa pieza la lancé con una visión más clara de lo que Pranz quería proyectar, los géneros que abarcaba y cómo quería que sonara.

– Por lo que cuenta, usted se lanzó al agua sin creer mucho en su capacidad como artista.

– Sí, lo hice más que todo por insistencia de mis socios ya que estaba muy inseguro. De hecho, ni siquiera propuse mis ideas para las melodías, aunque compuse todas las letras. Mis socios se encargaron de las melodías, ya que tenían mucho conocimiento en esto y yo era más de escribir canciones.

¿Cómo nació el grupo Échele Miel?

– Nosotros empezamos con Vibras, después nació Pranz y ya después creamos Échele Miel, que está integrado por Gabo López, Bryan Monterrosa, un Dj que no tiene nada que ver con Vibras que se llama Dj Hadshot (Brian Sánchez) y yo.

Échele Miel es un proyecto que hicimos con la intención de tener una agrupación de fiesta.