A Catalina Rivera siempre la ha perseguido la fama y sin querer queriendo, ya que pasó de ser uno de los rostros más populares de la tele hace ya casi 20 años a una reina de las redes sociales.
Para los que no se perdían el programa "A Todo Dar" es inevitable recordarla como parte del elenco de bailarinas y modelos del popular espacio televisivo. Una vez que desapareció de canal 6, en el 2005, a Cata se le perdió la pista.
Mientras algunas de sus excompañeras figuraban en las fiestas de la farándula o siguieron trabajando como modelos como el caso de las hermanas Aldana –Nadia y Nicole– Carolina "La Mosca" Sánchez y Gipsy Montoya, "Cata" permaneció lejos de las cámaras.
"Casi un 90 por ciento de las personas no me recuerdan por A Todo Dar, hay un bache generacional. Muchos de los jóvenes de ahora ni saben qué era eso. ¡Es tan raro!, pero en serio no saben, ni tan siquiera los de las empresas que me buscan para promocionar sus productos saben que estuve en A Todo Dar", aseguró.
Ese tiempo lejos del ojo público se dedicó a estudiar. A su 37 años tiene dos licenciaturas, una en Banca y Finanzas y otra en Mercadeo y Ventas, y si todo sale como lo espera, pronto iniciaría un máster en Administración de Empresas.
Recorre el mundo
El hambre por conocer el mundo y su pasión por sentir la adrenalina la motivaron a tomar la decisión de convertirse en mochilera por dos años.
"En dos años conocí 70 países y lo único que quería demostrar es que no se necesita de un platal o de ser millonario para viajar, como piensan muchos ticos", contó.
Fue gracias a esa gran aventura de recorrer el mundo que hoy es una de las reinas de las redes sociales.
Sin proponérselo, después de estar casi en el anonimato, volvió a la fama como lo que hoy se conoce como "influencer" (influenciador) , personalidades que influyen en el resto de la población.
"Yo tenía como presupuesto diario nada más diez dólares, era lo único que podía gastar. Era lo que tenía para la comida, la dormida, el transporte y las birras (carcajadas). Comprar una tarjeta para llamar me costaba, dependiendo del país en el que estaba, entre 10 y 15 dólares, así que como se me pasaba del presupuesto lo que hacía era escribirle correos electrónicos a mis amigos y a mi familia para que supieran que estaba viva (risas). Los correos eran enormes y me daba cuenta por las respuestas que los leían completos", recordó.
Después Cata cambió los correos electrónicos por videos, por lo que se grababa contando las experiencias que tenía en los diferentes países por los que viajaba.
"Aprovechaba cuando encontraba WiFi para hacer videos en vivo para mis amigos", contó.
Y fue así, sin querer queriendo, como sus videos comenzaron a ser muy populares en su cuenta de Facebook.
Aunque ella asegura que todo empezó por tratar de comunicarse con su familia. Cata siempre había tenido el talento de contar historias, pero nunca había pensado en sacarle el jugo a ese talento.
"Ahora mis amigos me dicen: 'Mae, usted siempre fue buenísima contando historias, recuerde que siempre que íbamos a un bar, todo mundo al final se volvía para prestarle atención a lo que usted estaba hablando", recordó.
Ella está tan inyectada con la respuesta de la gente que planea hacer espectáculos para presentar monólogos en el futuro.
Vivir al máximo
El pegue que ha tenido Rivera en las redes sociales ha sido asombroso, por lo que muchas compañías comenzaron a buscarla para que le promocionaran sus productos.
"No lo hice pensando en lucrar, primero porque en los videos salgo como loquilla, sin peinar, sin maquillaje. Además grabo donde se me ocurre, en la choza y con los perros ladrando en el fondo, sin guion, tal como soy yo, por lo que salgo con cara de loca, con mis ataques de risas, los cuales tengo que contener para seguir contando la historia. ¡Jamás me iba a imaginar que alguien quisiera que yo les patrocinara su producto con esta pinta!", dijo.
Cuando tus padres van a ponerle a tu lapida, murió en salsa pomodoro. Acá la historia de lo que hasta la fecha ha sido mi fiesta favorita. Familia gracias por compartir un ratito conmigo, los amo de aquí al cielo. Gracias por verme y compartir mis videos, me están dando de comer y eso se los agradezco con el alma. www.instagram.com/catalinariverablog YouTube: catalinariverablog (acá salen primero los vídeos) Patrocinan: Alfaparf Milano Costa Ricaf Box Life Jesy de la O - Esthetic Center- Adrian Campos Fisioterapia Mk Beauty Store Fitness Live Bon Life CR Brenda's House Pablo Martin AISSA SALON
Posted by Lyna Rivera on Thursday, May 10, 2018
Rivera contó que una vez que comenzaron a lloverle las propuestas para promocionar empresas en sus redes sociales, solo tenía una regla clara.
"Yo no me voy a maquillar, no voy a dejar de hablar como lo hago, porque no puedo engañarme ni sostener una mentira al tratar de ser alguien que no soy", aseguró.
La guapa comentó que tuvo que aprender poco a poco cómo era el negocio de los influenciadores para saber cuánto cobrar.
Actualmente, un video que sube Cata lo han visto miles de personas, en cuestión de horas.
"El éxito, según aprendí es que mis videos los ven como cinco veces más que la cantidad de seguidores que tengo", dijo.
Su forma tan natural de ser, de expresarse y de hablar a calzón quitado han sido parte de su repentino éxito en las redes.
Es común que a la guapa se le salgan palabrotas cuando hace sus videos.
"Hasta hoy no he recibido ni un mal comentario. Y si lo hacen de seguro le cae todo mundo encima. Sí, soy mal hablada, ¿y qué?, ¿cuál es su problema? Al que no le guste que no vea los videos", opinó.
Rivera asegura que sus videos van dirigidos a las mujeres y que los hombres se meten a verlos para chepiar.
"Las ticas son muy complicadas, tienen que dejar de tener miedo, ser más libres e independientes, más felices. A las ticas les da miedo que las juzguen, ¿por qué?, acaso alguien de esos que las critican las mantiene", expresó.
"Cata" no para, quiere volver a agarrar su mochila en febrero del próximo año y jalar a hacer un voluntariado a Tanzania y recorrer otros lugares. Ojalá, que le cuadre, porque así tendrá más pachos para compartir.