Un joven puntarenense llenó de orgullo a su provincia y a sus padrinos, don Freddy Navas y el portero del PSG Keylor Navas, en la corrida de este domingo en la noche, en Pedregal.
Se trata de Steven Ramírez Núñez, un montador porteño que se ganó los aplausos de mucha gente en el redondel, ubicado en Belén, pues su faena estuvo más que buena. Duró mucho más de los ocho segundos que se piden y aunque terminó un poco golpeado, salió ovacionado.
El joven sorprendió durante la transmisión de Multimedios al decir que era patrocinado por el portero tico, además de llegar bien respaldado por don Freddy, quien estuvo atento a la monta del muchacho.
Steven cuenta que los Navas lo apoyan desde hace varios meses con todo lo que necesite para que sus faenas sean tan buenas como las que mostró este domingo.
El apoyo económico es fundamental, pero también el trato que le dan.
“Yo los conocí en la finca que tienen en Esparza, estuvimos vacilando, me enseñó los caballos y yo le mostré los videos de mis montas y a él le gustó como soy, muy humilde e hicimos amistad. Don Freddy me dijo que si quería que ellos me patrocinaran y yo les agradecí mucho, entonces me lo empecé a llevar para los toros y ahora siento que me ven como a un hijo más”, afirmó.
“Me dan lo que yo les pida para la monta, si necesito unos zapatos solo se los pido, pero a mí me da un poco de vergüenza, también me manda plata, camisas, pantalones, lo que yo les pida”, señaló.
Sobre su monta, Steven dijo que en la tarde tuvo una que no salió nada bien y por eso en la noche se logró desquitar.
Entre una monta y otra contó con los consejos de Keylor, quien le dijo que no aflojara.
“Me dijo que no me agüevara porque tenía otra oportunidad, me motivó y me dijo que estaba muy atento a la monta. Ya después de la de anoche (domingo) me felicitó- Él siempre ve las montas, me vacila o me felicita, él me quiere mucho, al igual que el papá y las esposas de los dos”, agregó el montador.
Ramírez comentó que desde que era un chiquillo se quitó el miedo a los toros y por eso ahora disfruta de esa profesión.
“Comencé en el potrero cuando estaba en la escuela, a mi mamá no le gustaba que montara por el tema del estudio (para que no lo descuidara), pero mi papá sí me apoyaba. Ya llevo varios años “, dijo el vecino de Barranca de Puntarenas,.