El presentador Víctor Carvajal les dio un lección a todos los que trabajan en medios de comunicación sobre LO QUE NO se tiene que hacer cuando se está frente a una cámara o un micrófono.
Por alguna razón, el del copetín respondió a los comentarios hechos por Pilar Cisneros en contra de Teletica, a pesar de que él no tenía vela en ese entierro porque aunque él trabaja para la empresa del trencito, a él no le tocaba responder. El hombre fue por lana y salió trasquilado. ya que durante la semana la gente no se cansó de tirarle durísimo en redes sociales.
Pero más allá de la metida de escarpines de Carvajal, lo que pasó es un claro ejemplo de que las figuras públicas deben tener pies de plomo, pues pasa del amor al odio en dos toques.
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Así les ha pasado a otros como Choché Romano, Yiyo Alfaro, Jalé Berahimi, Leonora Jiménez y una lista interminable de figuras que no se amarran la lengua antes de hablar y después terminan con el agua al cuello. Lo peor es que se enojan con los medios cuando los que metieron las patas fueron ellos.
Las ofensas no se deben justificar, pero lastimosamente las redes están llenas de personas que no entienden que muchos de esos comentarios son solo para levantar el rating o mantenerse vigentes y caen en la trampa.