Martín cruzó Caracas de madrugada en autobús, metro y a pie para ver la última película de “Los Vengadores”.
Desafiando la falta de transporte, la inseguridad y el temor a apagones, cientos de venezolanos disfrutaron de un atípico estreno matutino de la esperada “Avengers: EndGame”.
La inseguridad y la crisis eléctrica han provocado que las salas de cine suspendan funciones de medianoche, destinadas tradicionalmente a los grandes estrenos, y que las proyecciones se concentren en el día.
Desde 2016, los centros comerciales donde funcionan los cines están obligados a usar plantas eléctricas y las exhibiciones se han limitado. Por ello, la fiebre de Marvel obligó a aumentar las funciones y arrancar muy temprano.
“¡Es EndGame, por favor! ¡Todo por esta película!”, dijo Martín Montenegro, de 21 años, quien puso como excusa en el trabajo una importante reunión personal para escaparse a ver a Iron Man, Capitán América y compañía.
“Despido seguro”, bromeó mientras esperaba con palomitas de maíz en mano, junto con dos amigos, el cierre de la llamada “Saga del Infinito”, que está destrozando récords de taquilla en varios países.
Venezuela no ha sido la excepción pese a sus severos problemas económicos, con escasez de bienes básicos y una inflación estimada por el Fondo Monetario Internacional en 10.000.000% para 2019.
Una entrada de cine cuesta poco menos de un dólar. El salario mínimo en ese país apenas llega a 7,6 dólares (poco más de 4 mil colones).
Martín despertó a las 4:30 a.m. en Caricuao, barrio popular del oeste de Caracas, y cruzó al otro extremo para asistir a la primera proyección, a las 7 a.m.
Desde el pasado 7 de marzo, masivos apagones han paralizado al país, afectando además el suministro de agua, las comunicaciones y el ya deficitario sistema de transportes. El servicio comenzó a estabilizarse en Caracas en abril, pero es intermitente en otras regiones.
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Kevin Morillo, de 25 años, se llevó un susto cuando la pantalla se apagó en plena proyección. “¡Se fue la luz!”, susurraron algunos espectadores, pero fue que allí hicieron un intermedio en la película.
Los apagones han forzado al gobierno de Nicolás Maduro a reducir la jornada laboral y suspender clases, además de activar un plan de racionamiento.
Los fanáticos de los superhéroes llegaron al cine antes de que abriera la mayor parte del comercio, si bien el temor a la delincuencia es permanente en la capital de un país en el que la tasa de muertes violentas multiplica casi por 15 la media mundial.