Rándall Casanova asegura que Force Masters y Combate son formatos muy diferentes, sin embargo, muchas de las cosas que aprendió y aún conserva del desaparecido espacio de Repretel, le sirvieron para cumplir con el reto que le pusieron en el de Teletica.
El musculoso, quien formó parte del programa de canal 11 por cinco años, fue uno de los invitados especiales este domingo y como persona competitiva que es, hasta rompió un récord de tiempo, callando bocas de personas que no creían que era apto.
Recordemos que Casanova fue de los que llegó a probar suerte, pero no lo escogieron como parte de los 50 finalistas.
-¿Cómo resume su participación en Force Masters?
Muy bien, los disfruté muchísimo. Hice un tiempo récord de 3:02, por dicha quedé bien y gané el millón para Obras del Espíritu Santo.
-¿Es tan fácil como lo hizo ver?
No puedo decir eso, porque sería subestimar el circuito, porque cada estación tiene su dificultad, pero yo lo que hice fue tratar de ponerle cabeza fría y usar fuerza, agilidad y concentración.
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-¿Qué le generó que lo invitaran no a participar, sino como invitado?
Mucha alegría, porque pude ayudar a una causa noble, que es para Obras del Espíritu Santo y todo lo que sea colaborar es importante.
-No se quedó con las ganas de ver si podía o no...
Exacto, también era algo personal, para poder probarme y medirme de que lo que bien aprendí, no se me había olvidado.
-¿Vio alguna similitud entre Combate y Force Masters?
Son diferentes, Combate era más de pruebas en pareja o en grupo y con reality show, con problemas y todo, este es algo más de esfuerzo físico, que todo queda evidenciado con los tiempos y se ve todo lo que pasa en pantalla. Tal vez la gente le encuentra similitud en que son pruebas físicas.
-¿Siente que sí hay espacio en el gusto de la gente para programas así?
Claro, siempre felicito a los productores cuando hacen esto, porque motivan a la gente a practicar deporte y dejar de lado los vicios.
-¿Qué ha estado haciendo?
Bien, con animaciones y presentador de eventos corporativos, 15 años, matrimonios y también como entrenador personal.
-A años de haber terminado Combate, ¿la gente todavía lo reconoce por su participación allí?
Sí, más bien cuando inició este programa mucha gente me escribía y me decía que querían verme en Force Masters, porque en Combate era muy bueno y siempre destacaba. Entonces más bien era presión porque la gente me recordaba como el ágil y rápido.
-Es de los que sí recuerda el programa con orgullo, ¿por qué hay otros que no?
Ah, sí, por supuesto, Combate fue una catapulta, en base a la imagen que creé me ha ayudado mucho, con trabajo, pero también para ayudar a los demás.
-¿Siente que hay que saber manejar con cabeza fría la exposición que da un programa así?
Sí, el tema de trabajar en televisión y hacerte un poco reconocido te hace tener un poco de cuidado porque ese mismo reconocimiento de la gente puede hacer que se te suba a la cabeza o te dé estrillitis y eso la gente lo repudia y no es la idea. Hay que seguir con la misma humildad, yo soy de familia sencilla y así seguiré.
-¿Le dio estrillitis en algún momento?
Vieras que no, más bien a veces veía a compañeros que no les gustaba cuando había una turba de gente esperándonos para fotos, pero era bonito, porque era la forma en que le retribuías el cariño a esas personas.
-¿Le costó volver a la normalidad una vez que salió del aire?
No tanto, porque como me había desarrollado en la parte de eventos, seguí animando y así, lo único es que ya no estaba en el programa.
-¿Sigue en contacto con gente de Combate?
Poco, más que todo con Dani Carvajal, con Verny Madrigal, con Ale Camacho, Douglas Walters, ahí con la amistad con esos.