Pamela Anderson no para de ser noticia. En medio de esta reconversión espiritual y física que está transitando desde hace un tiempo, la actriz hizo un anuncio muy especial respecto a su guardarropa: venderá todas sus prendas retro, entre ellas el traje de baño rojo que usó en la famosa serie Baywatch y que la convirtió en un símbolo sexual en los años 90.
Desde que decidió escribir sus memorias y lanzar un documental en Netflix, donde hace una gran catarsis de los momentos más difíciles de su vida, Anderson comenzó a mostrar en sus dichos, actitudes y acciones un verdadero cambio de vida. Mostrarse con mucho menos maquillaje por ejemplo, fue uno de esos cambios como una forma de liberarse de la presión de la industria, esa que durante años la catalogó como una de las chicas más sexy del planeta.
Ahora, la rubia que se hizo popular por saltar las olas en la playa tomó una nueva decisión que se suma a este nuevo modo de vida que adoptó desde hace un tiempo: vender su icónica colección de ropa para “hacer espacio” y escribir un nuevo capítulo.
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“No me gusta desperdiciar”, explicó la modelo, de 56 años, en una entrevista con People, justificando sus intenciones de desprenderse de icónicas prendas que la llevaron al estrellato décadas atrás.
“Es mejor aclarar mi mente, limpiar mi armario y hacer espacio para esta nueva vida”, agregó mientras advertía que no puede esperar a ver como otros disfrutan de estas piezas.
“Sin duda, mi estilo ha cambiado a lo largo de los años y me emociona pensar que otros encontrarán la alegría que yo encontré. No hay razón para aferrarse a ello. Estos recuerdos están hechos para compartir”, expresó convencida.
Cuando se le preguntó si el catálogo de venta incluirá su famoso traje de baño rojo que la convirtió en una de las estrellas de Baywatch, ella simplemente respondió: “¡Todo!”. Aunque todavía no reveló cuándo los fanáticos podrán hacerse con esta moda vintage, la exmodelo de Playboy aclaró que todo estará disponible en su sitio web.
Tras describir su estilo anterior como “salvaje y desinhibido”, Anderson reflexionó sobre el motivo que la llevó a vestirse así durante los 90.
“No sé si fue un mecanismo de defensa o qué. Simplemente pensé: ‘Me voy a divertir’”, dijo quien complementaba sus atuendos con un maquillaje bastante cargado.
Además de renovar su guardarropa y dejar en el pasado esos looks atrevidos, Pamela también dejó de usar maquillaje; algo que, según ella, ha sido “liberador, divertido y un poco rebelde”.
Es que su decisión tiene que ver con fomentar esta idea de amor propio y liberarse de la presión que suponen algunos cánones de belleza vigentes desde siempre en la industria. Y si bien no fue un viaje fácil para ella, la actriz aclaró que todo fue parte de un proceso de duelo a raíz de la muerte de su maquilladora, Alexis Voguel, quien falleció de cáncer en 2019.
“Ella era la mejor y desde entonces, sentí que, sin Alexis, es mejor para mí no usar maquillaje”, contó en una charla con Elle sobre su tendencia a lucir más natural.
“Me di cuenta de que había toda esta gente haciendo grandes looks de maquillaje, y es propio de mí ir contra la corriente y hacer lo contrario de lo que todos hacen”, señaló la canadiense mientras advertía que ir contra lo establecido es “atractivo”.
Así fue como descubrió que estar sin maquillaje podría ser considerado también como un acto de rebeldía y valentía al mismo tiempo. Incluso, recordó cuando años atrás le mostraban fotos de Marilyn Monroe o Brigitte Bardot para que eligiera a quién quería parecerse como una inspiración para los diseñadores.
“Ahora me muestran 10 fotos mías y me dicen: ‘¿A cuál quieres parecerte?’”, bromeó.
“Creo que todos empezamos a parecer un poco raros cuando nos volvemos mayores. Y medio como que me río de mí misma cuando me miro en el espejo. Y ahí digo: ‘Wow, ¿esto realmente me está pasando a mí?’ Es un viaje, pero en gran parte feliz”, confesó la actriz de 56 años.