El cantante Iván Bolaños ha sabido cómo conquistar cualquier cantidad de corazones y de escenarios con su talento en sus más de 35 años en la música.
Pero también, el salsero, conocido por su paso por grupos como La Solución, Los Brillanticos y Explosión, ha aprendido a levantarse después de cada caída, por más dura que esta sea.
Hace unos días el artista entró a trabajar a la Municipalidad de Goicoechea, luego de año y medio de estar sin brete por motivo de la pandemia.
El Duende, como lo llaman en el ambiente musical, la pulseó por todo lado con la música, también se puso a hacer cuadros, pero como la cosa no mejoraba, optó por solicitar empleo en limpieza de vías, algo que hace con cariño y mucho esfuerzo.
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-¿Cómo le ha ido trabajando con la municipalidad?
Ya tengo una semanita de estar trabajando y me gusta, es bonito, me hace sentir feliz el hecho de contribuir a la comunidad con mi trabajo, para mí es una bendición.
-¿Cómo llegó esa oportunidad?
Un conocido me dijo que estaban dando trabajo ahí, fui y pedí la información, llevé lo que le pedía y esperé como un mes, pero gracias a Dios se dio y ahora estamos en limpieza de vías.
-¿Tenía algún tipo de experiencia?
Casi nada, sí sabía usar la motoguadaña y volar pala porque había trabajado en una finca antes, pero el hecho de hacerlo en las calles es diferente, un compañero me ayudó y me he adaptado totalmente. Siempre he sido muy trabajador, desde chiquillo.
-¿Qué pasó con la música?
Yo digo que no me he ido porque es lo que me apasiona, pero como estaba en cero, sin poder cantar, tuve que buscar algo. Pasé de trabajar cuatro días por semana a una vez al mes o nada, estaba como solista y por eso tuve que buscar otras opciones.
El Gobierno nos tomó muy a la ligera y siento que nos despreciaron de alguna manera por el hecho de ser artistas, a mí me encantaría volver, pero por ahora estoy enfocado en lo que estoy haciendo.
-¿Lo ha reconocido la gente en la calle?
Algunos sí, otros ni cuenta se dan, pero yo me siento muy tranquilo, orgulloso, honrado y muy cómodo, la verdad es que ahora aprendí del esfuerzo tan grande que hacen los compañeros que trabajan en esto y hay gente que no lo valora. El hecho de levantarse a las cuatro de la mañana, trabajar bajo la lluvia o el sol tan fuerte es un gran esfuerzo que se hace. Yo le agradezco a Dios que me dé salud para hacerlo.
-¿Cómo está del ojo en donde había sufrido un golpe fuerte hace un tiempo?
Todavía un poco resentido de ese golpe, tengo que ir al hospital a revisarme, pero ya con garantía social quizá sea más fácil, solo tengo que ver cuándo puedo para no arriesgar mi trabajo.
-¿Qué le ha enseñado esta nueva oportunidad de ganarse el arroz y los frijoles?
Yo siempre he valorado mi trabajo, siempre he pensado que es una bendición, sé que hay gente que piensa que esto que hago se ve mal o les da pena, pero yo me siento tan feliz de tener trabajo, salud y disfrutar lo que hago.
-Muchos en redes se han sorprendido de verlo trabajando en otra cosa porque se dice que usted es la mejor voz de la salsa en nuestro país, ¿qué piensa de eso?
Siempre he pensado que no soy el mejor ni el más bueno, yo trato de hacer lo mejor y eso es lo que hago ahorita, con el mismo empeño y ganas, no me siento ni más ni menos, ahora lo que hago es vivirlo y disfrutarlo. Yo ya soy una persona mucho más madura que entiende y ve las cosas desde otro punto de vista y por eso se goza más todo lo que hago.
-¿Qué es lo más difícil de ese nuevo trabajo?
Al principio me costó madrugar, porque ahora me tengo que levantar a las cuatro de la mañana y antes más bien iba llegando a esa hora, pero lo tomé con calma, sé que hay una responsabilidad muy grande con mi trabajo, costó, pero nada que no pudiera lograr.
-¿Los vicios quedaron atrás por completo?
Sí, eso es algo que la gente siempre me pregunta y yo, gracias a Dios, tengo cuatro años de estar limpio, una vez lo dije abiertamente, que hay un montón de gente en el país que critica y han sido igual o peor que uno, pero ahora estoy sano, gracias a mi Dios, estoy bendecido y siento que en este momento soy la mejor versión del Duende de la salsa.
-Solo la vida y los golpes dan esa madurez...
Sí, el hecho no es caer, sino tener ganas de levantarse y sentir que se puede. Yo me siento como un guerrero de Dios y soy bendecido por eso.
-¿Cuándo se dio cuenta de eso?
Hace un tiempo, ya no me sentía la misma persona, entonces quise volver a lo que era, no por nadie, solo quería verme mejor y sentirme bien, saqué cosas de mi vida que en realidad no valían la pena y ahora estoy feliz con esa decisión.