“Tuve una relación hace más de 20 años y fue muy bonita, pero terminamos porque éramos muy jóvenes y cada uno agarró su camino. Ambos nos casamos y hoy estamos divorciados. Hace un tiempo nos encontramos y empezamos una relación, pero me encontré con la misma persona, pues dice que no se siente listo. En aquellos años era por la universidad y el trabajo y ahora es por su divorcio, pero fue hace siete años y los dos tenemos hijos grandes, cada uno con su casa y su trabajo, Cuando le pregunto qué le hace falta no me dice nada, así que le dije que ya no quería seguir y lo bloquee de todo”.
1. Aunque lo que pasó hace muchos años podría convertirse en un parámetro de interpretación del presente, recuerde que es pasado, y no puede interpretar a una a una persona por lo que hizo, lo que dejó de hacer o lo que debió haber hecho, porque eso sería sesgado y poco objetivo.
2. Una evaluación, para considerar si está o no en una relación tiene que ser por el presente. Ustedes se reencuentren y usted dice que después de siete años esta persona aún no está listo para una relación seria a pesar de que tiene estabilidad en muchos aspectos de su vida, mientras que usted sí está lista, por lo que están en frecuencias diferentes.
3. Establecer una relación implica afecto, atracción y bienestar, lo cual requiere que puedan sincronizar objetivos que les permita definir qué son, para dónde van y de qué manera van. No definir esto los hace caminar en el limbo, en la confusión y en la complicación, así que usted tiene derecho, con base en el presente, a tomar decisiones.
4. Usted ya decidió actuar y lo ha hecho de forma radical, bloqueando y cortando toda la comunicación, esa es su decisión. Si usted considera que este tipo de rupturas le trae beneficios, le permite avanzar, pues adelante. Cada persona puede elegir cómo maneja sus procesos emocionales y tener beneficios.