Una pareja de Cartago vio en el Tope de Palmares la cita de amor perfecta para iniciar las celebraciones por sus 50 años de casados.
Si bien, don Jorge Calderón y doña Blanca Calvo celebrarán sus bodas de oro a mediados de año, la fiesta por tanto tiempo juntos la iniciaron desde mucho antes en el llamado “Pueblo para hacer amigos”.
Don Jorge aseguró que el Tope de Palmares 2024 representa la quincuagésima luna de miel que viven en pareja y la actividad marcará el inicio de una serie de paseos que se quieren dar a lo largo del año con motivo de ese aniversario.
Después del tope, ellos se irán este viernes a la playa, donde pasarán el fin de semana, y para el resto de los meses tienen pensado viajar a Nicaragua o Panamá, todo para festejar a lo grande su medio siglo de vida juntos.
“Esta es para nosotros la 50 luna de miel. Le digo a ella que matrimonios como estos ya casi no hay, entonces cada vez que podamos nos damos un paseo juntos y este año es un año muy especial para nosotros y lo iniciamos aquí (en Palmares)”, contó Calderón a La Teja.
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Él y su esposa conversaron con este medio porque eran parte de la poquísima gente que esperó desde media mañana de este jueves el inicio del desfile equino.
Los enamorados llegaron a las 7 de la mañana a Palmares, desayunaron y ya para las 10 de la mañana estaban instalados en el mismo lugar desde donde han visto el tope en los últimos años. Pasarán la noche en el cantón alajuelense y este viernes continuarán a su próximo destino.
“Siempre venimos. Todos los años y de aquí pasamos a otro lado, a la playa, a Puntarenas. Nos echamos unas vacaciones que empiezan aquí y este año tuvo la particularidad de que es un año bastante especial para nosotros como matrimonio”, contó don Jorge.
Una tradición
Su tradición de disfrutar el tope de Palmares e irse después a la playa inició hace bastantes años, cuando una vez iban para Puntarenas, pero se toparon con que ese día era el tope.
Esa vez se desviaron del camino para asistir al tope y desde entonces la actividad los “flechó” y se convirtió en una costumbre para todos los inicios de año.
“La iniciamos porque, primero, siempre hacemos el paseíto de inicio de año y nos gusta darnos una vuelta y un día íbamos para Puntarenas, pasamos por aquí y era el tope y nos quedamos aquí y desde ese momento nos quedamos en el tope y después seguimos las vacaciones”, afirmó.
Doña Blanca manifestó que el momento es muy especial para ellos, quienes ya no tienen hijos pequeños ni ninguna otra responsabilidad que les impida disfrutar su amor de esta manera tan singular.
La señora explicó que como ahora está planificada la visita al pueblo para hacer amigos y después a la playa, ellos se alistan con todo.
Por ejemplo, para “matar” la espera en el tope “los acompaña” una hielera llena de bebidas hidratantes y una bolsa de supermercado donde llevaron los infaltables huevos duros, frijoles molidos y cositas de picar.
“Es bonito venir y disfrutar de este tiempo juntos. A él le encantan los topes y ahora con nuestras bodas de oro, pues es un tiempo especial juntos”, refirió la señora.
A la pareja poco le importa que los topes de Palmares de los últimos años se hayan desinflado en asistencia y participación; ellos dicen que lo disfrutan igual e incluso hasta lo prefieren así.
“El ambiente está un poco frío y el año pasado vimos una afluencia de gente mayor para estas horas (11 de la mañana) pensamos que puede ser un efecto de las fiestas de Santa Cruz, pero eso ayuda aquí al orden y la seguridad y eso es lo que nos gusta”, remató don Jorge.