En Pekín-2008, Tom Daley atraía la atención de la prensa por su precocidad y su talento con apenas 14 años.
Este lunes, en sus cuartos Juegos Olímpicos, el clavadista inglés se colgó por fin su primer oro olímpico, junto a Matty Lee en la plataforma desde 10 metros de Tokio-2020. Pero más allá del deporte, su figura es conocida mundialmente por su visibilidad y activismo LGTBI.
A finales de 2013, con 19 años, pero ya con dos juegos olímpicos a sus espaldas, Tom Daley grabó un vídeo que publicó en YouTube para compartir una noticia con sus fans sobre su vida personal, con el título, “Algo que quiero decir”, en su cama junto a una almohada con los colores británicos.
“Mi vida cambió al conocer a alguien que me hacía sentir feliz y ese alguien es un hombre”, explicó en aquella grabación, con la que quiso responder a rumores y especulaciones sobre su orientación sexual.
Apenas unas semanas después del video, durante la Navidad, bromeó con su familia sobre la repercusión mediática y posó con uno de sus regalos, un delantal con los colores arcoíris y el mensaje “gay icon” (icono gay).
El hombre del que se refería en el video era el guionista gringo Dustin Lance Black, veinte años mayor que Tom y recompensado con un Oscar en 2009 por el guion del biopic del activista LGTB Harvey Milk que dirigió Gus Van Sant y que protagonizó Sean Penn.
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Tom Daley fue elegido el hombre más sexy del mundo por la revista Attitude durante dos años seguidos (2013 y 2014) y en una entrevista en esa publicación explicaba en portada que esperaba que el video pudiera ayudar a otras personas y que quería casarse y tener hijos.
Tom y Dustin, quienes compartían su vida entre Estados Unidos e Inglaterra, atrajeron la atención de los medios y ambos fueron compartiendo distintos aspectos de su vida cotidiana a través de los medios y las redes sociales.
En 2017 contrajeron matrimonio y un año más tarde fueron padres del pequeño Robbie, que lleva el nombre del padre de Tom, que falleció por un cáncer en 2011.
Daley sufrió bullying en su etapa escolar y ha participado en campañas contra la homofobia. También ha animado a una mayor visibilidad LGTB en el deporte.
En 2018, cuando ganó el oro en los Juegos de la Commonwealth, pidió a los países de la mancomunidad respeto y el final de las leyes que penalicen la homosexualidad.
“Me siento muy afortunado por poder ser quien soy abiertamente y sin preocupaciones. Espero que algún día todos los deportistas de los países puedan ser libres para competir también siendo abiertamente las personas que son”, escribió en Twitter.
Con más de 2.100.000 seguidores en Instagram y casi 900.000 suscriptores en su canal de YouTube, cada gesto suyo adquiere gran repercusión.
Daley ha sabido construir una exitosa carrera, en la que tres oros en Mundiales y cinco en Europeos suma ahora tres medallas olímpicas, dos de bronce (Londres-2012 y Río-2016) y una, la más importante de toda su vida, la de oro de Tokio-2020.