El actor nacional Gary Centeno fue expulsado el domingo por la noche del reality Survivor México, el programa número uno de TV Azteca en este momento.
El tico sobrevivió 115 días internado en una isla dominicana, donde le tocó batallar por ganarse la comida, superar más de 100 pruebas físicas y competir contra 26 participantes por el gran premio de dos millones de pesos mexicanos (más de 61 millones de colones).
Conversamos con el sancarleño sobre esta experiencia que vivió y que lo llevó a ganar más popularidad en México.
- ¿Siente que era el momento de salir de la competencia?
Físicamente yo estaba entero y sabía que podía llegar a la final. De hecho, todo el mundo me veía en la final y estadísticamente fui de los que más puntos di, siempre fui el más ágil y físicamente sabía que podía dar más, pero Survivor no solo es físico. El poder mental juega un punto fundamental y yo la verdad sí estaba un poco débil, pero fue por mi hija. Si yo no hubiese tenido a Luna, definitivamente llegaba a la final (faltan cinco semanas de competencia), porque ya la extrañaba mucho.
- ¿Por qué el público mexicano lo terminó odiando tanto?
Igual hay muchísima gente que me apoya. Survivor es un juego y todo lo que yo hice fue un personaje, a mí me dieron las fichas para jugar y yo decidí ser el malo, porque ya estaba el bueno, ya estaba el rudo, el que cocinaba, y nadie quería ser el malo. Yo quise experimentar, pero ese no es el Gary que me define.
El programa de mi expulsión fue el que tuvo más rating porque nadie se esperaba que me nominaran.
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- No logró llevarse el premio de más de 60 millones de colones, ¿qué siente que ganó?
Mi objetivo principal nunca fue ganar, mis objetivos eran otros y se lograron, entre ellos no pasar desapercibido, y lo logré. Va a pasar Survivor, va a llegar la final y van a seguir hablando de las Hienas (su equipo), van a seguir hablando de mí y eso era lo que yo quería, que el público me conociera más.
Yo llegué al aeropuerto de México y un montón de personas me estaban pidiendo fotos, algo que nunca había vivido y eso significa que logré mi objetivo: quedar en la mente de los televidentes.
-¿Económicamente ganó algo al llegar tan lejos?
A mí me pagaban semanalmente, pero no puedo decir cuánto, pero yo no entré por eso, sino por la exposición que iba a ganar.
- ¿Qué significó toda esta aventura?
Significó mucho, porque también cambió muchas cosas en mi vida. Por ejemplo, para mí, mi familia lo es todo, pero al entrar ahí y extrañarlos tanto, me agudizó bastante eso y me di cuenta que mi familia es lo más importante y que nada se le puede comprar. Por otro lado, me di cuenta del dolor que da el hambre, las tres primeras semanas las pasé muy mal porque yo como mucho. Fueron semanas comiendo solo cocos y mango.
Ahora, si yo veo a un indigente, te lo juro que no lo voy a dejar sin comida porque sé lo que está pasando, sé el frío que está pasando. Ahora siempre voy a andar en mi bolso comida para ellos. También descubrí que la paciencia la tengo que trabajar mucho más y ser menos explosivo.
— "Ahora veo la vida desde otra perspectiva, quiero vivir el presente y disfrutar cada momento, porque sí la sufrí muchísimo en esa isla", Gary Centeno
- ¿Qué tal sintió las pruebas que les pusieron?
Jugué más de 110 juegos y todos conocieron a un Gary competitivo, ágil, más rápido. Unos juegos los sufrí más que otros, en otros me divertí más, pero nunca me gustaba perder y por eso me enojaba muchísimo, por eso quizá la gente me odió un poco, porque cada vez que perdíamos hacía berrinches y buscaba un culpable. Igual era parte del juego.
- ¿Qué fue lo más fuerte que le tocó vivir?
La condiciones que pasé fueron muy fuertes, el pasar hambre, el pasar frío, el no dormir bien, todas las competencias, el exceso de sol, todo eso fue muy duro. Era increíble el sol, nos quemaba mucho, nos deshidrataba mucho, lo único que nos daba la producción era agua, a veces nos quedábamos hasta cinco horas bajo el sol por los juegos y eso me ponía de malhumor y eso fue parte de lo que más sufrí. Además del desgaste físico.
— "Fue una experiencia dura, emocionante, horrible, espantosa y a la vez hermosa, y bueno, aquí adaptándome a mi vida", Gary Centeno.
- ¿Qué animales le tocó comer para sobrevivir?
La comida la sufrí muchísimo, el comer por días solo mango o solo coco fue fatal, pero mi cuerpo se iba adaptando cada semana. Me tocó cazar mantarrayas, me comí ocho tarántulas, comí serpiente, caracoles, comí grillos, porque necesitaba proteínas. Fui muy competitivo y aporté mucho a la tribu cuando estábamos en el refugio y siempre traía algo de comer.
- ¿Ahora afuera qué gustos se ha quitado?
Ayer (martes) me comí una hamburguesa, he comido galletas a lo loco, una Coca-Cola que me la deseaba. Hoy (miércoles) me comí unos tacos, ya quiero comer pizza y 115 días sin probar una cerveza también fue increíble. Ahorita me voy a comer todo lo que se me antoje, pero ya la otra semana toca ponerle al ejercicio porque la vida sigue y tengo que estar bien físicamente para lo que se viene, que espero en Dios que sean buenos proyectos luego de mi participación en este reality, porque se vienen unos casting importantes en Telemundo y Televisa.
- ¿Volvería a meterse en un reality así?
¡Ni loco! No lo volvería a hacer, es una experiencia muy dura. Solo hay un reality show en el que me encantaría participar y es Bailando por un sueño o Dancing with the stars, allá en Costa Rica o aquí en México.
— En su Instagram pasó de 10 mil a 50 mil seguidores tras su expulsión.