Desde hace días se viene especulando que la relación amorosa entre la periodista Fabiola Herra y el doctor Rodrigo Marín se acabó de nuevo.
La pareja intentó por tercera ocasión mantener viva la llama del amor a finales del año pasado, pero, al parecer, la chispa se apagó.
Se dice que ambos decidieron tomar cada uno por su lado una vez más y que esta vez ya no habrá vuelta atrás, al menos por parte de la reportera.
Una de las razones por las que empezamos a sospechar que ya no son pareja es que las fotos de ambos desaparecieron del Instagram de ella.
Además, ambos se han dedicado a publicar una serie de frases como el que publicó la presentadora el lunes pasado, que dice: “Gracias. Gracias. Gracias… por lo vivido, por lo aprendido. Hay que andar con amor y paz, encontrar lo que nos da alegría, abrir las alas y volar”.
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Este miércoles fue el doctor, quien por cierto está en Panamá, el que publicó la frase: “La vida es como el ajedrez, cada decisión que tomas es una jugada que define tu futuro”.
Desde hace unos días intentamos conversar con ambos y de hecho, le mandamos una serie de preguntas a Fabiola, pero hasta el momento ninguno de los dos ha querido referirse al tema.
La comunicadora respondió uno de nuestro mensajes este miércoles con solo un: “Otro abrazo para vos”, y siguió dejándonos en visto.
Curiosamente, cuando terminaron la primera vez en febrero de 2021 ella sí nos confirmó la ruptura con un tajante “Rodrigo y yo terminamos”, pero esta vez prefirió guardar silencio.
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La segunda ocasión que terminaron fue a mediados de 2021 y de hecho, en setiembre de ese mismo año el cubano empezó a salir con la exreina de belleza nicaragüense, Rebeca Bonilla. Dicha relación también se acabó a los dos meses.
Allegados a la comunicadora, quien ahora está llegando como invitada a presentar en algunos programas de Multimedios, nos confirmaron que todo se acabó a mediados de este mes y que el doctorcito tendría la culpa otra vez, por eso ella prefiere no hablar del tema todavía, porque está muy dolida, puesto que había confiando en su amor de nuevo.
Ya ven, en este caso la tercera no fue la vencida, sino la definitiva, pues, al parecer, ya ahora sí se apagó la llama del amor para siempre.