Susana Dosamantes, la mamá de Paulina Rubio, era bella por fuera y por dentro.
Su refinada figura, sus rasgos y su larga cabellera negra llevaron a que se le conociera como “el rostro más bello de México”.
Eso de que era bella en el interior quedó clarísimo cuando le abrió las puertas a un joven de 15 años, llamado Jonathan Tonatiuh, un admirador a quien ella le pagó la carrera de animación por computadora.
“La primera computadora que tuve ella me la dio, siempre me dio consejos en momentos importantes de mi vida y me apoyó muchísimo. Fue una extraordinaria mujer”, recuerda Tonatiuh, muy afectado por la pérdida de la actriz.
Debido al cáncer de páncreas que se le diagnosticó a principios de año, Susana Dosamantes perdió la vida a los 74 años de edad, en Miami, donde estaba siendo atendida.
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La actriz fue una gran figura del cine y de la televisión, con más de 67 papeles, además de un ejemplo de ser humano y madre de la cantante y del empresario Enrique Rubio.
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Paulina expresó su sentir en redes sociales, desde las que agradeció las muestras de cariño de fans y amigos, así como la labor de doctores y enfermeras.
“Mi ejemplo de vida, un ser de luz, una mujer fuerte, hoy se incorpora a la vida eterna”, escribió.
La actriz comenzó su carrera en 1969 de la mano del cineasta Arturo Ripstein, quien la eligió para el elenco de “Los recuerdos del porvenir”, que protagonizaron Renato Salvatoria, Daniela Rosen y Julián Pastor. Para este filme realizó el casting a petición de sus amigas. Entonces Susana, de 16 años, estudiaba ballet, no le interesaba otra cosa.
“Cuando veo la cola (fila) enorme, con mujeres hermosas, entonces dije, ‘si la hago llego mañana a casa y sabrán que me fui de pinta (escaparse de clases)’. Llego con la recepcionista y le dije que les dijera que si les interesa aquí estoy, pero si no pueden, pues ya me voy, no puedo esperar, y veía que se reían. Y me llamaron, comenzaron a hacer pruebas y tuve suerte”, contó en el programa “El minuto que cambió mi destino”.
“Yo ni tenía idea de lo que era una cámara, de pronto me dijeron, ‘ahorita tu marido está muriéndose y estás desesperada’. Y me puse muy nerviosa y decía: ‘¿estos por qué me ven como bicho raro?’. Me empecé a poner nerviosa y cuando terminé aplaudieron porque resulta que les gustó la actuación y yo no actué, sólo estaba asustada de tanta gente que me estaba observando”, narró en aquella ocasión.
Así iniciaron cinco décadas de trabajo ininterrumpido, su última producción fue “Si nos dejan”.
Una mujer comprometida
Dicen sus allegados que fue siempre de las primeras en llegar al set, perfectamente estudiada y poniendo por delante la historia, dice Pavel Vázquez, uno de los directores en la telenovela.
“Un día se dio un golpe en el brazo apenas llegando. Todo el equipo nos activamos para que se fuera, pero ella sólo dijo: ‘está bien, me atiendo, pero grabemos, saquemos esto adelante’”, recuerda.
“Le gustaba estar en su camerino, no se metía con nadie y siempre con la educación por delante”, comenta Tonatiuh, su publicista y amigo por 27 años.
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A la actriz le sobreviven sus dos hijos, además de su viudo, Luis Rivas. Su cuerpo será cremado en Miami y sus cenizas depositadas en la Ciudad de México, que era su voluntad.