Los exsoldados que fueron expulsados del ejército británico por su orientación sexual o identidad de género podrán recuperar sus medallas, anunció este martes el ministerio de Defensa.
Debido a un cambio en la legislación en el año 2000, las personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales no podían servir en el ejército británico.
Algunas fueron expulsadas (entre 200 y 250 al año, según The Guardian) y perdieron sus medallas cuando fueron desmovilizadas.
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En su página web, el ministerio de Defensa declaró que estaba comprometido a remediar este error histórico poniendo en marcha “una política que permita a estas personas reclamar la devolución de sus medallas”.
Los militares afectados --o sus familiares cercanos en caso de que ya hubieran fallecido-- pueden ahora solicitar que su caso sea examinado por el consejo de defensa y se les concederá una nueva medalla si su caso es aprobado.
El primer ministro, Boris Johnson, celebró en un mensaje en Twitter el cambio, que permitirá “atajar un error histórico” y reparar esta “grandísima injusticia”.
El anuncio también fue acogido con satisfacción por la asociación de veteranos Fighting with Pride, que se alegra de este “regreso de los veteranos LGTB+ a la familia militar, donde se les reconocerá sus servicios”.
El cambio se produce tras la batalla legal del exveterano de la Guerra de las Malvinas Joe Ousalice, que el año pasado consiguió que se le devolviera la medalla que le fue confiscada cuando se vio obligado a abandonar la Royal Navy por su orientación sexual.
Este nativo de Southampton, de 70 años, antiguo operador de radio que también sirvió en Oriente Medio e Irlanda del Norte durante sus 18 años de carrera, fue despojado de su medalla por sus años de servicio y su buena conducta tras ser condenado por un consejo de guerra en 1993 por su bisexualidad.