“He tenido muchos problemas con mi novio porque siento que cuando me escribe mensajes de texto lo hace de una forma muy fea. Por ejemplo, yo le pongo: “Buenos días mi amor, que tengas un día precioso”, y él responde: “Gracias mi vida”. A veces le pregunto: “¿cómo ha estado el día?” y él responde: “Muy bien, gracias por preguntar”. Siento que responde de forma fría y distante. Lo único que demuestra es desinterés y le he reclamado, por lo que discutimos mucho. Él dice que yo siempre veo todo mal, pero no reconoce que escribe muy feo”.
1. Los mensajes tienen que leerse en el contexto de una relación y no necesariamente en el marco de una interpretación personal, así que no pueden interpretarse única y exclusivamente desde lo que yo siento, por muchas razones:
a. Las personas suelen escribir haciendo un mal uso de la puntuación, ortografía y la gramática.
b. Es difícil leerlos cuando el uso del lenguaje suele brincarse una serie de normas que podrían facilitar la interpretación.
c. Llegar a conclusiones podría inducir a error.
2. Usted escribe y él responde, pero usted parte del principio de interpretación negativa. En los dos ejemplos no veo una prueba irrefutable de desinterés o que la comunicación tenga las características que describe, lo cual me lleva a preguntarle: ¿por qué se cierra única y exclusivamente en el punto de vista que usted cree que es el correcto? La comunicación siempre será en doble vía, si hay imposición difícilmente se podrá establecer una comunicación positiva.
3. El ejercicio de la escucha prudente, el control de la impulsividad, respetar el estilo de comunicación de su pareja y evitar llegar a conclusiones precipitadas que mantengan una posición conflictiva, tensa y desgastante, es algo que debería revisar.
4. Revise esto a fondo, porque detrás de una comunicación compleja, hay posiciones personales que podrían complicar el curso sano de su relación.