Ni siquiera el estar cerquita de su gran amor, Justin Bieber, ha logrado que la cantante Selena Gómez vuelva a tener salud emocional.
Es por eso que la artista decidió volver a terapia para tratar su depresión y su ansiedad.
La también actriz, quien es hoy la persona con más seguidores del mundo en Instagram (tiene 133 millones), decidió seguir un programa de dos semanas en Nueva York, y se internó en un centro de la ciudad para ir a terapia, hacer pilates, yoga y meditación, así como seguir una dieta saludable.
“Sentía que necesitaba apartarse y centrarse en ella misma sin distracciones. Ha vuelto muy empoderada”, ha dicho una fuerte cercana a la artista, de 25 años, a la revista People. Ahora ya está en Los Ángeles, y está trabajando en nueva música, añaden las mismas fuentes.
Lo cierto es que Selena Gomez ha tenido un año bastante movido. Poco después de anunciar que había superado un trasplante de riñón, saltó la noticia de su ruptura con el cantante The Weeknd y poco después medios de todo el mundo informaban que Selena Gomez había retomado su relación con Justin Bieber.
Por todo eso, no solo ha crecido sobre ella la presión mediática, sino que, incluso, se ha convertido en noticia su enfrentamiento con su madre por retomar su relación con el cantante de "Sorry".
Aunque según revelan fuentes cercanas, el cantante ha sido crucial para la recuperación de su pareja, a quien ha apoyado en todo momento.
Esta no es la primera vez que Selena Gomez acude a terapia, y según fuentes de People, no descarta volver este año. En agosto de 2016, la cantante anunciaba que se retiraba de los escenarios porque sufría ansiedad, ataques de pánico y depresión, como resultado del lupus que padece, y quería centrarse en “mantener su salud y su felicidad”.
Tras su regreso, la propia Selena Gomez contó que uno de los motivos por los que había decidido hacer un parón era por la presión que sentía, sobre todo de las redes sociales.
“Instagram se había convertido en algo que me consumía. Me levantaba y me iba a dormir con ello. Era una adicta, y veía cosas que no quería ver y me metía cosas en la cabeza de las que no me quería preocupar”, contó en marzo del año pasado a la revista Vogue.
En esa ocasión no se retiró a una gran ciudad, sino 90 días al campo, donde hizo terapia equina, no tenía teléfono y ni se peinaba, contó más tarde en una entrevista con la revista InStyle.
De hecho, Gomez no publica una foto en su cuenta de Instagram desde el pasado 7 de enero. La última imagen es una foto de la cantante frente a la casa en la que creció de niña.
Esta vez, eso sí, la han dejado tener el teléfono móvil, e incluso aprovechó su estancia en Manhattan para hacer algunas reuniones de trabajo, según pudieron captar los paparazis que la siguen 24 horas, los siete días de la semana.