A tan solo un día de iniciar el programa “Dancing with the stars”, los participantes de la quinta temporada deben tener problemas para dormir, pasan comiendo uñas y hasta el estómago les debe dar una que otra pasada..
Todo eso lo vivió y sintió el presentador Víctor Carvajal, quien es el actual campeón del programa de meneos de Teletica.
El sarchiceño pasó por donde asustan el año anterior y se llevó el primer lugar junto a Diana de la O.
Carvajal asegura que a pesar de la nervia, que es inevitable, los nuevos concursantes tienen que intentar hacerse los locos y concentrarse en lo que van aprendido para ir agarrando confianza.
Carvajal será el encargado de la nueva sección “El ojo de Dancing” en la que contará los detalles de lo que la gente no puede ver detrás de cámaras.
–¿Cómo se siente ser parte del programa, pero ahora con una participación diferente?
A uno le entra mucha nostalgia, porque fue algo que disfruté mucho y ahora lo añoro. Siento admiración y hasta consideración con los nuevos participantes porque sé que a estas alturas la tensión es muy grande.
–¿Qué pueden sentir a tan pocas horas de iniciar el programa?
Ellos llevan más de un mes ensayando por lo que deben estar cansados, también los nervios juegan mucho. Con los que he podido hablar me han contado que están muy ansiosos porque ellos todavía no se dan cuenta en lo que se ha metido, no tienen idea de la magnitud del esfuerzo que hay que hacer cada semana para que este proyecto salga adelante, pero se van a ir dando cuenta, de eso no hay duda.
–¿Qué tanto ayuda ese mes de ensayos grupales antes de comenzar?
Es crucial porque ahí es donde se aprenden los pasos básicos del baile de salón. También es donde se conocen a las parejas, en muchos casos es como amor a primera vista y en otros tienen que ir acoplándose.
–En su caso, ¿cómo le fue con Diana?
Se dio de una vez porque ya la conocía desde “Bailando por un sueño”, ya que yo trabaja en maquillaje. Desde que la vi empecé a pensar que quería hacer pareja con ella y al final nos tocó juntos.
–¿Le hubiera gustado defender este año el trofeo?
Sí, porque ella es muy buena en lo que hace, pero no puede por cuestiones de estudio.
–¿Cómo ve a los participantes de esta temporada?
He podido compartir más con Vivi (Calderón) que ya conoce de lo que se trata porque estuvo en Bailando por un sueño; también con Keyla (Sánchez) que sí está muy ansiosa porque ella lo vivió como espectadora y nos veía a mí y a Diana ensayar. Además he hablado con doña Amanda (Moncada) a quien veo con muchas ganas de demostrar; Johanna Solano está muy nerviosa porque quiere bailar lo mejor posible y anda con miedillo de quedar en blanco en la pista. A don Óscar la verdad que lo admiro, es muy arriesgado lo que está haciendo.
–¿Le pican los pies para volver a bailar?
Sí, la verdad es que sí hay como una espinita por volver a bailar, al menos vamos a hacer algo para la apertura del programa.
–¿Qué es lo que le va a tocar hacer?
Me corresponde la sección, el Ojo de Dancing, un espacio en tiempo real que cuenta las impresiones de los participantes, hay acceso detrás de cámaras y se muestra todo lo que se vive y que por lo general la gente no ve.
–¿Qué hubiera mostrado el año anterior el Ojo de Dancing?
Si el año pasado hubiera existido la sección se hubiera visto que en la final todo mundo estaba solo jachas, ya no había tanta felicidad debido al cansancio. También se hubiera visto cuando una pareja entra llorando al camerino por la frustración de haber recibido una mala calificación o de ver a la gente de vestuario corriendo porque se rompió algún pantalón o un vestido.
La mayoría de los participantes entran para darse a conocer más o para darle un empujón a sus carreras, ¿qué tanto ayuda el programa en esos temas?
Ayuda demasiado si uno sabe aprender, si tiene disciplina y sensibilidad. Si logra proyectar su figura con el público, se cambia la perspectiva que tiene la gente sobre uno.
–¿Tiene a alguna pareja favorita?
Es prematuro, pero las expectativas son muy altas y el nivel de baile es mucho mayor, pero hay que esperar a ver quiénes se despegan.