“Se me hace difícil dejar las cosas atrás cuando me enojo con mi novio. Hablamos y él me escucha, pero a pesar de que hemos resuelto el tema, normalmente lo saco a relucir y sigo tirando indirectas para que tenga claro que ese tema no puede volver a suceder. Él dice que hablar conmigo es perder el tiempo, porque nunca paso la página y le sigo cobrando cosas que ya se han hablado, pero es importante recordarle el dolor que sentí para que se ponga las pilas”.
1. Si en una relación de pareja se ha hablado, se entendió la situación, se establecieron acuerdos y se cerró el tema, entonces se debe dejar de insistir y de fastidiar con indirectas y cosas por el estilo, porque la comunicación se vuelve improductiva y tediosa. Además se crea una relación desgastante que podría verse afectada por la saturación emocional, pues tarde o temprano se amenaza la estabilidad y la motivación para seguir juntos.
2. Si usted debe hablar de algo es sobre los acuerdos, los cambios positivos que surgieron a partir del problema, el bienestar experimentado a partir de esa situación que se enfrentó y se resolvió, pero si usted lanza indirectas, recurre al pasado, hace reclamos o simplemente se usa expresiones que pueden resultar amenazantes es difícil encontrar un amor que aguante, porque no solo se puede percibir como una majadería, sino como un ciclo eterno discusiones sobre temas que nunca se cierran.
3. El enfoque cuando pasa algún problema en una relación de pareja no es recurrir al pasado para hacer reproches, sino centrarse en los acuerdos constructivos, en el aprendizaje, en la integración de cambios, que fortalezcan la relación, para crear bienestar, fortalecer y hacer madurar a la pareja.
4. Un enfoque de reproches es un camino oscuro, cargado de fluctuaciones y situaciones que terminan siendo agobiantes y desgastantes, le recomiendo que revise su posición, porque si tiene la necesidad de recurrir al pasado para fortalecer el presente puede ser que contribuya a crear una situación de tensión innecesaria.