Meghan Markle no se ha alejado de los titulares desde que se convirtió en la flamante duquesa de Sussex.
En esta oportunidad, la exactriz es noticia por desatar rumores de embarazo.
Markle asistió este jueves a la gala benéfica “100 Days to Peace” que se realizó en el Westminster Central Hall de Londres, junto a su esposo, el príncipe Enrique.
Ellos aparecieron tomados de la mano, muy sonrientes y dispuestos a dejarse fotografiar por los medios que llegaron a cubrir el evento.
Markle rompió con su tradicional vestuario negro y apostó por el azul. El traje del diseñador taiwanés Jason Wu es tipo cóctel de corte por debajo de la rodilla y sin mangas.
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El vestido parece sentarle puras tejas, ya que no resalta sus curvas, no le saca el jugo a sus puntos fuertes y, por si fuera poco, unos vuelos en el estómago han provocado un montón de rumores.
Los pliegues le dieron un extraño volumen a su figura, por lo que las redes sociales explotaron sobre la posibilidad de que la duquesa y el hijo menor de la princesa Diana estuvieran esperando su primer retoño.
En una de las fotos que le tomaron a la duquesa se aprecia un leve abultamiento en su estómago, lo que muchos han interpretado como pancita de embarazada durante sus primeros meses de gestación.
A pesar del runrún que se armó, aún no hay confirmación oficial de que los visitará la cigüeña, así que habrá que esperar a ver si todo responde a una pelada con la elección de atuendo.
El estilo de Meghan ha sido muy criticado por varios expertos en moda.
La revista Vanity Fair en su edición española disparó contra este look indicando: “Queremos pensar que será cuestión de tiempo, solo hasta que Markle se sienta segura en su nuevo papel dentro de la monarquía británica para volver a ver esos diseños atrevidos de Ralph & Russo con transparencias y pedrería”.