Rigoberto “Gallina” Alfaro se jaló un tortón en un restaurante que lo hizo pasar uno de los momentos más acongojantes de su vida.
En La Base Podcast, programa que tiene al lado de Bernando “Choché” Romano y Luis Felipe “Pepe” Arroyo, Gallina narró, este martes, el vergüenzón que pasó, debido a una costumbre que tiene.
LEA MÁS: Estas son las razones por las que Gallina volverá a Omega tras dos años fuera
Según Galli, él y su novia, Marisel Ruiz, llegaron hace unos meses a comer a un restaurante y entre las cosas que pidieron para comer estaba un refresco de cas en botella.
A los pocos minutos, al restaurante entró una pareja que se sentó en la mesa de la par, momento en el que comenzó la historia.
“Estoy sentado con Marisel en un restaurante y aquí a la par se sentó una güila con un mae, pero la güila se veía medio ‘pipirisnais’. No lo planeé y no lo quería, pero me trajeron un Tropical de cas y lo agarro y lo empiezo a mover, y el mae (mesero) lo traía abierto”, contó Gallina.
LEA MÁS: Choché, Pepe Arroyo y Gallina nos confesaron los secretos más íntimos de La Base Pódcast
En medio de carcajadas que casi no lo dejaban hablar, Gallina les dijo a Choché y Pepe que la muchacha quedó empapada en refresco y que él no sabía dónde meterse. Sus compañeros del programa no dejaron de reírse con la historia.
Horas después de contar uno de sus momentos más vergonzosos de su vida, Gallina le contó a La Teja que la situación se dio en un restaurante de plaza Víquez, en San José.
“Fue un pacho y sin querer queriendo”, afirmó Rigoberto a este medio ya con más seriedad.
“Me disculpé con ella (la muchacha a la que bañó en fresco) y ella vio que fue sin querer queriendo, como dijo El Chavo, pero no pasó a más y todo bien. Chispas del oficio”, refirió Gallina.
LEA MÁS: Rigoberto “Gallina” Alfaro escribió sentido mensaje para despedir a su gran amigo José Kawas
Rigoberto contó que él tiene la costumbre de golpear las botellas de refresco, cuando no son gaseosas, por debajo para revolverlo bien, pero que ni por la mente le pasó la posibilidad de que esa botella ya venía abierta.
Desde ese momento, el comediante aprendió a asegurarse que la botella esté sin abrir o bien cerrada antes de batirla y evitarse una penosa situación por empapar a otra persona.