“Retomé mis estudios después de muchísimos años de no estudiar, pasé por un divorcio muy difícil y ahora estoy replanteando mi vida, pero ha sido muy difícil. Me siento muy motivada y quiero seguir adelante con esto, aunque a veces siento ganas de salir corriendo porque me cuesta mucho”.
1. Al margen de su proceso de divorcio, que bonito es poder conectarse con uno mismo, poder definir qué es lo que quiere que pase en su vida y empezar a tomar decisiones orientadas en su desarrollo personal, profesional, técnico y laboral, que le permitan conseguir cada vez mayor independencia. Lo que usted hace es digno de felicitar.
2. Si ha pasado muchos años fuera de las aulas y del ámbito académico es muy importante que usted se permita un proceso de muchísima cercanía con sus profesores y les haga saber qué dificultades empieza experimentar, porque ellos quizá puedan brindarle herramientas, consejos y orientarla para que el proceso académico pueda ser más sencillo y poco a poco estimular una mayor efectividad.
3. Es normal sentir que las cosas se hacen difíciles frente a lo nuevo y lo diferente. Además, ante la frustración a veces la motivación se fragiliza un poco, por supuesto, pero es ahí donde hay que tener constancia, determinación y seguir adelante aún cuando a veces sienta o piense que no puede más.
4. Este es su momento, aproveche, disfrute, trabaje con constancia y déjese ayudar. Además, permítase crecer poco a poco, sin dejar que la frustración sea la norma de interpretación de este proceso. Ánimo y felicidades, porque este camino que está emprendiendo es muy bonito.