El periodista René Barboza cantó en la misa de despedida del querido aficionado morado Losilla, quien falleció atropellado por una moto el martes de esta semana.
Víctor Manuel Brenes, nombre real del famoso no vidente, pidió a René personalmente que si él llegaba a morir antes, que le cantara en su funeral, pues sabía de la pasión y del gran cariño que le tenía Barboza.
En La Teja conversamos con René para que nos contara sobre la linda amista que tuvo con Losilla.
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-¿Cómo fue que Losilla le pidió que cantara en el funeral de él?
Me lo pidió de una forma jocosa, como éramos nosotros, en el funeral de Ricardo Alberto Calderón, yo lo canté y él me dijo que cantaba muy lindo, que cuando se muriera tenía que cantar en el funeral de él y yo le dije que cuidado y me moría yo primero, fue en chingue, pero también se lo había dicho al hijo y él me contactó para hacerlo y yo con mucho gusto acepté.
-¿Ya le había tocado cantar en algún funeral de otro amigo?
Sí, ya estuve en el de Pescado, el de Albán Ugarte y de muchos otros amigos, hubo funerales en los que termino llorando en plena cantada. Hay una anécdota vacilona porque hubo un contertulio de Sensación Deportiva que una vez se enojó conmigo y otro compañero le dijo que no podía enojarse conmigo porque si no no le cantaba en el funeral y al tiempo se murió y sí me tocó cantar en el sepelio.
-¿Cómo conoció a Losilla?
Desde que yo hacía práctica profesional en periodismo, a los 19 años, Losilla vendía confites, helados y galletas en los estadios y recuerdo que él siempre nos regalaba helados, detrás de la gradería sur y parecíamos carajillos con el regalo que nos daba. Yo no creo que él ganara nada, porque siempre nos regalaba.
Luego nos llevaba repostería a Sensación deportiva, era muy dadivoso y respetuoso, de hecho yo no conozco a alguien con quien él haya tenido un problema, él hablaba de su Saprissa y más de una vez alguien se alteraba y él lo que hacía es que se moría de risa y agarraba el radiecillo que siempre andaba y se iba.
-¿Cómo se siente a la hora de estar cantándole a amigos?
Muy duro, porque yo he sido de las personas que creo en la amistad y él era el vivo ejemplo de un buen amigo.
-¿Qué canta en los entierros?
Como soy cantante católico y ahorita estamos en adviento (cuatro semanas anteriores a la Navidad) no estamos cantando ‘Señor ten piedad’ ni ‘Gloria’, pero para este tipo de misas me piden ‘No se han ido del todo’, de Martin Valverde y ‘Cuando un amigo se va’, de Alberto Cortés, pero de un tiempo para acá los obispos prohibieron cantos que no fuera litúrgicos (de la Iglesia) en las misas, depende del sacerdote, hay unos que no aguantan nada y otros que son más abiertos.
Cuando murió el maestro Otto Vargas, el hijo me pidió que si cantaba la misa, para mí fue un honor y me dio hasta miedillo porque ahí estaba lo mejor de la música en Costa Rica y le hice una seña al sacerdote para tirar la canción ‘Pájaro cantador’, que es tropical, luego Ottillo se vino y agarró el güiro, Pitusa se vino a hacer coros y varios cantantes más y la gente hasta se puso a bailar.
-¿Cómo describe ese adiós a Losilla?
Me sentí un poco triste porque creí que el gremio de periodistas deportivos iba a asistir al funeral, tampoco fueron figuras de Saprissa, no llegó ningún representante, al menos que yo conociera y sí hizo falta mucha gente del medio en general.
-¿Cómo era Losilla cuando hablaba de Saprissa?
Muy apasionado, pero muy educado, él reconocía cuando estaban mal, pero decía que había que seguir apoyando, para mí es el mejor saprissista que he conocido, creo que si Saprissa quiere motivación para esta final, lo mejor es contarles (a los jugadores) quién era Losilla.
-¿En qué está ahorita?
Con el programa Rueda el balón en 107.1 F. M., de 10 a. m., a mediodía y ahora estoy con una tiendita luego de cerrar el Baratazo, porque me visitaron mucho los ladrones. También hice un restaurante ambulante en una vocha (camioneta), para andar por todo lado vendiendo comida.