El periodista Randall Salazar regresó este jueves a Buen Día después de una muy difícil experiencia.
El director de la revista mañanera del 7 llevaba al menos dos meses fuera del programa. Se sabía que tenía una padecimiento, pero se desconocían los detalles.
Este día jueves regresó señalando sus ganas de seguir viviendo y su nuevo modo de ver la vida.
El comunicador explicó que su ausencia de la televisión se debió a que le entró una bacteria al cerebro y le diagnosticaron meningitis.
Antes de empezar su testimonio no pudo aguantar las lágrimas y les agradeció a quienes estuvieron orando por su recuperación y, en especial, a su mamá, quien lo cuidó todo este tiempo que estuvo convaleciente.
“No lo dijimos en el programa (lo que tenía) y fue algo que yo decidí porque al principio no creía que era tan serio, ya después se fue complicando. Tuve meningitis, un hongo, una bacteria, se metió en mi cerebro y lo inflamó. Fue un proceso de muchos meses y he aquí la primera gran enseñanza, hay que escuchar al cuerpo, el cuerpo te da señales clarísimas de que hay algo que no está bien y uno de necio no lo escucha”, dijo.
Randall, de 51 años, además mencionó que este proceso lo hizo valorar aún más la vida antes que el trabajo y las cosas materiales.
“Lo segundo que quiero decir es que sí fue una experiencia dura, estuve diez días hospitalizado y llevo ya un mes y quince días de recuperación y cuando digo recuperación, muchos, como yo, a veces piensan que recuperación es dormir y tomar unas pastillitas y ya la vida continúa y a veces no es así. Creo que la recuperación fue más dura que la etapa de la enfermedad o el tiempo que estuve en el hospital”, contó.
Explicó que los primeros días de recuperación en casa de su madre fueron los más duros físicamente y mentalmente.
“Mentalmente hay una lucha. Uno tiene egos y uno tiene una especie de orgullo tonto, o sea, ‘yo voy a poder con esto’, ‘yo soy fuerte’, ‘yo entreno’, ‘yo hago ejercicio’, ‘yo me alimento bien y voy a poder con esto’, pero a veces no podés, a veces estás en el suelo y te desesperás y perdés la fe y tu fe se quebranta y entonces decís ‘¿cómo es posible? Y tontamente te preguntás: ¿por qué yo?, cuando lo lógico y lo más saludable es ¿para qué?, ¿qué quiere Dios conmigo en esta situación?”.
“Sí fue muy doloroso. Mucho dolor de cabeza, muchos mareos, el tratamiento es muy fuerte, entonces la parte gástrica se daña. Tomaba agua y agua vomitaba, me dieron no convulsiones, el neurólogo me explicaba que por unos segundos algunos conectores del cerebro se paran y entonces se pierde el control del cuerpo y se pierde la capacidad de sostenerse por algunos segundos, y eso me pasó como cinco o seis veces”, dijo.
Nancy fue su salvadora
En su relato el periodista también contó que su compañera del programa Nancy Dobles se convirtió en su ángel y que fue quién a la fuerza lo montó un día al carro y lo llevó al hospital a que lo valoraran al ver que estaba perdiendo mucho de peso.
Además, mencionó que el proceso de recuperación es muy lento pero que ya se siente mejor de ánimo y más repuestito de peso pues antes estaba mucho más delgado.
“Dios o la vida o el ser que quieran me bajo la cuchilla de repente y me dijo: ‘hey, hay algo aquí que no estás haciendo bien’. Todavía estoy intentado descubrir el mensaje completo pero he descubierto algunas cosas, creo que me faltaba rumbo en la vida, creo que me faltaba propósito y creo que Dios quería que fuera un mejor ser humano, así que estoy trabajando humildemente en ser una mejor versión de mí”, dijo.
Randall comentó espera que con su testimonio muchas personas comprendan que hay que prestarle atención a la salud y que vale más la vida, el disfrutar el día a día.
Sus compañeros del programa Nancy Dobles, Omar Cascante y Thais Alfaro también agradecieron a Dios por el regreso de alguien que más que jefe es un amigo. Pensaron en algún momento que no volverían a verlo con vida.