EscucharHe escuchado muchas veces en mi trabajo como psicólogo estas expresiones:
– "Es que me gusta mucho".
– "Yo siento que lo quiero montones".
– "He llegado a creer que sin él, me muero".
– "Me parece que en el fondo es un ser humano divino".
– "Yo creo que no es malo, el problema es que el papá le pegaba".
– "Yo creo que no tiene una mala intención, es solo que él es diferente".
– "A mí me gustaría que se diera la oportunidad de verse como yo lo veo".
La lista podría ser infinita, cuando hablamos de este tipo de situaciones.
Si alguien le gusta mucho, ya sea porque lo hace reír, porque es un buen amante, porque llena su agenda, porque lo nutre de algunos momentos bonitos e interesantes, será muy difícil hacer una evaluación integral de lo que no es constructivo desde una percepción tan positiva.
Pero, en el amor no podemos cometer el error de elegir a una persona porque hay una parte de él que nos resulta fascinante o profundamente agradable.
La persona debe funcionar bien integralmente, porque de lo contrario no sirve la relación, no estoy hablando de perfección, sino de tener la capacidad de desarrollar estabilidad emocional, de escuchar y de estar abierto a la apertura y la negociación. Enamorarse solo de una parte de una persona y esperar que todo lo que causa dolor cambie, puede ser un juego emocional complejo.
Pero si esta es su forma de amar, creo que es momento ideal para empezar a cuestionar:
– ¿Por qué considera suficiente para su vida afectiva, una pequeña parte del todo de una persona?
–¿Por qué ama por encima de los hechos?
–¿Por qué se conforma con poco?
– ¿Por qué asume una actitud de espera, creyendo que el otro va a cambiar?
– ¿Por qué siempre niega la realidad?
– ¿Por qué siempre saca conclusiones fuera de contexto?
Detrás de estas propuestas de amor, de esta forma de ser y estar en una relación, evidentemente hay un conflicto emocional porque sentirse pleno, darlo todo por una pequeña parte de una persona no suena funcional y mucho menos negociable.
Si considera que está atrapado en una relación, simplemente porque le gusta mucho, se crea una frustración y el dolor a partir de ahí. Llegó el momento de detenerse y hacer un análisis a profundidad sobre su forma de amarse, de su concepto de amor para otros, porque esto solo lo va a lastimar.
