Hay personas que han salido de relaciones muy complicadas y que les causaron múltiples lesiones emocionales que, de una u otra forma, configuraron sus emociones de forma muy compleja.
Debido a lo anterior, estas personas suelen entrar con frecuencia en una nueva relación con posiciones defensivas u ofensivas, algunas muy fuertes porque apenas algo les parece mal no aguantan nada, se ponen los guantes y van de frente. ¿Por qué así? ¿Por qué estas reacciones?
A este tipo de reacciones se les debe tener muchísimo cuidado porque no podemos vivir a la defensiva ni cobrarle facturas a otra persona, debido a una mala historia del pasado.
Si usted se identifica con esta situación es importante que se dé la oportunidad de entender:
– ¿Qué está pasando con usted?
– ¿Por qué seguir reaccionando de esta manera?
– ¿Por qué carga a la relación todo aquello que vivió en el pasado?
– ¿Qué gana pegando gritos?
– Repitiendo esas actitudes no va a resolver absolutamente nada.
– Lastimando a la nueva persona lo único que va a lograr es convertir la nueva relación en algo disfuncional.
– ¿Se ha permitido entender qué le pasa?
– ¿Se ha permitido sanar desde adentro?
– ¿Se ha dado cuenta que está asumiendo actitudes que no son beneficiosas?
– ¿Se da cuenta que esto es un grave error?
Ante una nueva relación debe sacar lo mejor del pasado:
– Las experiencias positivas.
– Lo que aprendió.
– Lo que construyó para su bien.
– Lo que le hizo crecer.
Si después de esa relación se transformó en alguien tan complicado, quizás es momento de hacer un alto en el camino y buscar ayuda para sanar internamente. Si replica los patrones disfuncionales creará otra mala historia de amor.