El exárbitro nacional Ramón Luis Méndez habló con La Teja de cómo está sobrellevando el cáncer en la garganta.
El comentarista arbitral de Teletica nos contó cómo fue que descubrió que algo no andaba bien con su salud y cuándo piensa volver a la televisión.
A continuación un extracto de la entrevista que nos ofreció en su casa, en La Florida de Tibás.
- ¿Cómo se ha tomado el diagnóstico?
No ha habido dramatismo, no ha habido drama. ¿Días bastante duros? Creo que ofendería a Dios si digo que bastante duros o fuertes, pero no ha habido drama. El drama no va conmigo.
Un día vino un amigo, soy de pocas visitas, y cuando me vio el ojo fue: ‘¡Ay Ramón, no puede ser!’. Y yo: ‘Mirá, para drama contrato tres lloronas’, a mi dame ánimo.
- ¿Cómo fue que detectó que algo no andaba bien con su salud?
La verdad que fue muy bonito, yo siempre he hecho mucho ejercicio, aunque no parezca, y he levantado buen peso y todo, me he alimentado bien, pero sentía el cuello un toquecito duro, pero yo pensé: ‘¿Qué estaré haciendo en el gimnasio que me está endureciendo el cuello?’.
El día que cumplía años (10 de setiembre), fue un domingo, iba a salir a Teletica Deportes y me fui a cerrar la camisa y no me cerró y yo dije: ‘Esto está medio raro’, y me fui para donde un amigo cardiólogo al Calderón Guardia y me dice: ‘No Ramón, esto hay que verlo ya’, y a partir de ahí ya empezó todo.
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- ¿Qué pensó cuando le diagnosticaron el tumor en la garganta?
Le voy a decir la verdad. No fue algo que me impactó, aunque sí impacta, no sé si me estoy contradiciendo, pero lo más duro, lo más fuerte, fue llamar a mis hijos y decirles. Tal vez ellos no entendían cómo yo lo estaba recibiendo, pero no, lo llevamos superbién, nos sentamos y hablamos, dije qué me podría gustar, qué no.
La gente ve la muerte solo por enfermedad, la muerte nos llega en cualquier momento. Desde que me diagnosticaron esto han muerto en el mundo millones de personas y no de esto, y todos los días mueren de un accidente, de una muerte repentina, jóvenes dentro de una cancha de fútbol, el que no está preparado para la muerte no está preparado para la vida.
- ¿Entonces no ha pensado en la palabra muerte?
Pues sí, la persona que no le pase por la mente que se va a morir está desubicado. Todos morimos.
- ¿Cómo han tomado sus hijos la noticia?
Lo han tomado bien, porque creo que les he transmitido esa paz que le pido a Dios que no me la quite, porque es una paz que sobrepasa todo entendimiento, que uno no sabe ni cómo le llega. Yo no sé si uno será muy carebarro porque para sentirse tuanis, para no sentirse agüevado, así echado a morir, diay yo me siento muy bien y se va uno amoldando.
- ¿Qué tratamiento le dieron?
Vino un procedimiento muy fuerte, muy, muy fuerte, que a ni mi peor enemigo, que no tengo, se lo puedo desear. La quimio es fuertísima, unas náuseas, la verdad que no es jugando.
- ¿Cuántos procesos de quimioterapia recibió?
Fueron 33 radioterapias, todos los días, ya al final no me molestaba ir por el ambiente que hay ahí, y como cuatro quimios de transfusión, y ahora estoy con unas pastillas, con tratamiento, pero no he estado una sola vez internado.
Yo me concentro más en pedirle a Dios paz que en el Dios mío sáname ya y esa paz la he tenido y nada ni nadie me la va a quitar”
— Ramón Luis Méndez, exárbitro
- ¿Tienen que operarlo para extraer el tumor?
No, no, no se visualiza la operación y, por ejemplo, hoy (jueves) fui con mi hija donde el doctor y el doctor estaba muy satisfecho de ver la evolución. Como te digo, evolución en algo, pero puede ser que la muerte llegue de otra forma, entonces en eso estoy totalmente claro.
- ¿Al estar el tumor en la garganta tuvo que dejar de hablar?
No, el efecto de la garganta y el ronquido lo da el tratamiento de la radioterapia, eso sí, empiezan a dar un montón de cosas.
Para comer sí me afectó un poco y algo que tampoco me afectó fue que sí tuve que alimentarme por una sonda, pero al final me volví carebarro, me terminó gustando comer sin tener que masticar.
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- ¿Por qué el ojo izquierdo se le puso así?
Efecto de la radioterapia, se corrió un toquecito para ahí y esperamos que se pueda recuperar, pero así como estoy me la juego y hago de todo. Igual pasa con mi voz, solo queda esperar.
Esto es de tiempo y es inevitable para el que le cae, no hay por dónde quitarse, no hay plata, no hay belleza, no alcurnia, no hay nada.
Algunos me dicen que ya perdí el ojo, a otros les digo que no lo voy a perder porque cualquier cosa me lo devuelven en una cajita. Cerro drama.
- ¿Quién lo ha cuidado todo este tiempo?
Mis hijos, la familia ha estado alrededor, amigos, también tengo una persona excepcional, que me reservo el nombre, y César Balladares, que lo veo como un hijo.
He tratado también de no sobrecargar a las otras personas, o sea, que sigan haciendo lo mismo, no estoy en un estado crítico, hasta el momento me baño solo, ya volví a hacer ejercicio acá en la casa, camino en la banda y me la tiro rico.
Yo no estoy luchando contra nada, he seguido un procedimiento de recuperación y me ha resultado”.
— Ramón Luis Méndez
- ¿Tiene un estimado de cuándo regresaría a la radio y a la televisión?
Ya volví a Columbia hace como 15 días y ya estoy a punto, creo, de volver con un hombre que me ha apoyado montones, como lo es Erick Lonnis, en Deporte Más los domingos y con Gabrielita Jiménez también pienso volver pronto.
Solo estoy esperando mejorar de la voz, esto (su ojo) no me preocupa tanto.
- ¿Cómo se ha sentido al ver que ya la gente se enteró de su situación de salud?
Yo le agradezco a la gente las oraciones que de verdad han hecho y que tal vez no pensamos lo mismo en algunos aspectos, pero esas oraciones a mí me llegan, me motivan y no me había dado cuenta que tal vez tuve que sacarle provecho, que a como hay gente que no me quiere, eso es normal en todo, también hay demasiadísima gente que me aprecia. La verdad que ha sido excepcional esa acogida, como le digo, no sabía que había tanta gente que me apreciaba.
- ¿Cómo se ha tomado todo este proceso de salud?
Con mucha paz. En casos como el mío yo he llegado a la conclusión que en muchos casos la persona no fallece tanto por lo que tenía en sí sino que se mató solo, por la actitud, pero no es fácil tener actitud y yo creo que es algo que no me la merezco, pero sobre pasa todo entendimiento y que solo da y que es la paz. Yo me concentro más en pedirle a Dios paz que el Dios mío sáname ya, porque la paz te sana todo aunque aparentas que estás bien y esa paz la he tenido y nada ni nadie me la va a quitar.
La gente dice: ‘que Dios lo acompañe’, yo prefiero decir o me llega más ‘déjese acompañar de Dios’, porque Dios quiere acompañarnos a todos y Él es un caballero que no va a estar donde no lo acepten.