Ramiro Guzmán, fundador de Gaviota, puede rajar con que es un músico ejemplar ya que en 40 años que tiene la agrupación no ha faltado a un solo chivo.
Guzmán, quien es el bajista de Gaviota, contó con orgullo que aunque la vida de la música es bastante difícil y sacrificada, nunca se ha ausentado, ni siquiera por enfermedad.
Tal es así que hace unos días sus compañeros le reconocieron ese gran amor por Gaviota, y le regalaron una placa.
"Un amigo me decía en son de broma que hasta podría entrar en el libro de los Records Guinnes", expresó el talentoso y puntual músico.
Y aunque siempre es muy responsable, ordenado y puntual, Ramiro cuenta en una pura carcajada que un día le pasó un pacho inolvidable.
"Era un 31 de diciembre, estábamos en Coto Brus, teníamos horas tocando y ya eran como las 4 de la madrugada, cuando de pronto me cuenta Carlos (Guzmán) que dejó de escuchar el bajo, me volvió a ver y yo estaba dormido (carcajadas). Había una barandilla y cuando se me cansaba un pie me arrecostaba y luego me apoyaba en el otro pie, hasta que en eso me quedé dormido", recordó con su característica alegría.
Así como esa anécdota, Guzmán asegura que tiene miles de historias más y que le daría hasta el amanecer contándolas.
"Hace años en la escuela la maestra de mi hijo Danilo les preguntó a los alumnos en que trabajaban sus papás y uno por uno iban contando, cuando le tocó el turno a Danilo respondió: ¡Mi papá no trabaja!, él toca en un grupo", contó a carcajada limpia.
Un vuelo exitoso
Gaviota está celebrando con varios conciertos especiales su 40 aniversario.
Ramiro recordó el momento en que bautizaron a la agrupación como Gaviota.
"Estábamos reunidos con los de Radio Mil porque ellos nos iban a representar, en la reunión todos comenzamos a decir nombres de cosas, de frutas y luego de animales. En la reunión estaba Max Forbes, que era compositor y en un momento se me quedó viendo el dije que yo andaba en la cadena, que era de una gaviota y fue cuando Max dijo: ¡Gaviota!", relató.
A partir de ese momento, Gaviota comenzó a volar alto.
Para Ramiro el secreto de que la agrupación siga tan vigente y en el corazón de los ticos se debe a la versatilidad que le han dado.
La combinación de los nuevos músicos, como su hijo Danilo en la batería y los cantantes Doménico Veri y Willy Granados, con la experiencia de los talentosos hermanos Ramiro, Carlos y Enrique, hacen maravillas y sus presentaciones siguen siendo un exitazo.
Ramiro contó que son más los buenos recuerdos y las bonitas experiencias que ha vivido en Gaviota, pero también vivieron momentos muy difíciles.
"La muerte de Tito Durán, que era el baterista, y el esposo de Ligia, (su hermana) fueron terribles. También fue difícil cuando comenzaron a salir los dj's y por eso nos vimos obligados a cambiar y ser más versátiles y a tocar en teatros y proponernos ser los mejores para animar bodas", detalló.
Gaviota viajera
Los viajes por todo el mundo y las participaciones en reconocidos festivales europeos son parte de la colección bonita que recuerda el bajista con cariño.
"Conocimos todo Centroamérica, Estados Unidos y algunos países de Europa, pero todavía tengo la esperanza de ir a España porque no conozco", expresó.
El músico comentó que una de las cosas que también disfrutó mucho fue la época en la que el grupo estaba formado por sus hermanos, de 10, 6 eran músicos de Gaviota.
Gúzman asegura que seguirá disfrutando de la vida y la música en alas de Gaviota.
Aficionado | Sus favoritas |
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La debilidad de Ramiro son las orquídeas. "Antes las regalaba, pero después me decían que se les había muerto, entonces, ahora lo que hago, sobre todo con mis hermanas o la familia, es que tengo una libreta y anoto a cuál le doy y cuando yo sé que ya está pasando la flor se las pido", contó. | En 40 años en Gaviota y con tantos éxitos musicales es difícil para Ramiro escoger una canción favorita, pero "No deseo ni pensar", "Que bonito sería" y "Cada vez" son sus chineadas. |