Por más de 25 años, Édgar Murillo fue un mediodoceno de esos que lograron cocinar una carrera de éxito, de la mano con la comedia en nuestro país.
Sin embargo, en octubre del 2021 se salió del sartén para hacer su vida lejos de las grabaciones y de las pantallas.
Ahora se dedica a ser maestro de ceremonias, presentar eventos y también a darle rienda suelta a su faceta de empresario.
Este martes abrirá su segundo restaurante “Muelle 21″, el primero está en Tres Ríos y esta nueva sucursal estará ubicada en barrio Escalante.
Antes de esa gran inauguración, Guita habló con La Teja.
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-¿Cómo ha sido este 2022 para usted?
Ha sido diferente, porque ha sido el primer año en que no estoy en la Media Docena ni en Tu Cara me suena, entonces he estado alejado o desaparecido de los medios en general. Ahora solo me ven en las repeticiones que ponen a veces en Teletica.
-¿Y le gusta verse?
De vez en cuando, pero como ya los vi todos, muchas veces ya no tanto.
-¿A qué se ha dedicado?
Más que todo a maestro de ceremonias y presentador de eventos del lado corporativo, eso lo hago muchísimo, a veces me llaman a bodas, pero eso no sé hacerlo.
También me pongo a producir eventos, hace poco estuve con el mago Diego Vargas en el show que dio en el Melico Salazar y asuntos de redes sociales. También tengo mi restaurante Muelle 21.
-¿En televisión le gustaría hacer algo?
Sería bonito hacerlo, pero eso no depende de mí.
-¿Qué es lo que más le ha hecho falta de la tele? Porque el gusanillo cuesta que se vaya...
Yo he estado en dos cosas diferentes, como lo son La Media Docena y Tu cara me suena. Grabar ficción, como lo hacía en el grupo, es distinto al programa, porque me tocaba aprenderme el diálogo, decirlos, arreglar luces, cortar, volver a decirlos y se convierte en un proceso repetitivo y cansado, a mis compañeros les encanta, pero a mí no tanto.
Entonces a mí me hace más falta Tu cara me suena, porque la labor de presentador es diferente, yo podía improvisar mucho, interactuar con la gente, cosas que no hago en una ficción.
De la Media me hace mucha falta el teatro, que si bien teníamos un guion, también estaba la energía del público al frente.
-Entonces, ¿le gustaba más cuando estaban en teatro?
Sí, sí, totalmente, de hecho, parte de las razones por las que no separamos fue eso, que la Media Docena se empezó a dedicar a lo audiovisual con series y con películas y a mí me gustaba más la parte del teatro. Pero igual seguimos trabajando juntos, de hecho, hace unos días me tocó estar con Mario en un evento que yo produje y él llevó a Maikol Yordan.
-¿Entonces en los eventos se está dando ese gusto de compartir con la gente?
Sí, en los eventos, cuando soy maestro de ceremonias, tengo eso, aunque sea presentando el espectáculo que viene, me da libertad de improvisar un poco. A veces esa labor es muy cuadrada y a mí me gusta hacerlo que sea diferente, meterle informalidad y que sea vacilón, hasta he presentado presidentes, pero le metemos humor para romper lo protocolario.
-¿Dónde quedaron sus personajes?
Bueno, eso hay que preguntárselo a los dueños, que son los de la Media Docena.
-¿Pero al menos se acuerda de ellos, para bromear fuera del trabajo?
En el trabajo no, pero la gente sí me los recuerda, me dicen: ‘ya no quedan hombres de verdad’ (dicho de uno de sus personajes), pero eso es muy bonito que los recuerden.
-¿Cómo quedó su relación con ellos?
Muy bien con todos, se anunció mi salida y a la semana ya estábamos trabajando en un evento juntos.
-¿Podría darse algún reencuentro?
No es descartable para nada, si decidimos hacer algún proyecto, ya sea teatro, o si hacen otra película y necesitan mi personaje, se puede hacer.
-Ahora que va a abrir un nuevo restaurante, ¿cuéntenos cómo surgió esa faceta de empresario?
Yo estudié administración de negocios y en la Media Docena la parte financiera, contable y demás me encargaba de eso, junto con Daniel (Moreno). Ya yo había tenido otros negocios y en el 2019 me topé con unos excompañeros de trabajo, me comentaron de Muelle 21 y me gustó mucho, no lo pensé ni cinco minutos para meterme.
-¿Qué es Muelle 21?
Una marisquería criolla, estilo costarricense, hay otras que son muy elevadas, en cambio a nosotros nos gustan las cosas aterrizadas a nuestra cultura, un arroz con camarones, ceviche de piangua y más, entonces la gente lo ha recibido muy bien, primero en Tres Ríos y ahora en Escalante. La idea es que la gente se sienta como en la casa, o en la playa, porque las terrazas son amplias y perfectas para ir a tardear.
-¿Ha aprendido algo de cocina?
Creo que una de las razones del éxito es que me he mantenido fuera de la cocina, porque sino, ya hubiéramos fracasado.
-¿Qué platillo recomienda?
El platillo insignia es el pescado entero relleno de camarones, hay que ir con buena hambre, porque es gigante.
-Cambiando de tema, ¿qué tanto extraña Tu cara me suena y sueña con que regrese?
Mucha falta, es un proyecto que me alegra mucho a nivel personal, es como una invitación a jugar, a divertirme en el escenario. No sé si el canal lo volverá a hacer, si lo hacen esperaría que me llamen de nuevo. De repente, si en otro programa tengo la misma libertad lo haría, pero si me invitan a hacer Telenoticias, creo que no, es muy serio pa’ mí.
-¿Le sirvió para que conocieron a Édgar Murillo y no solo al de la Media Docena?
Sí, esa oportunidad que me dieron al haber visto algo que ni yo sabía que podía hacer, fue algo que me alegró mucho, sí lo veo como el proyecto que me hizo descubrir mi faceta de presentador.