Una fue en julio del 2022 y la otra en febrero del 2023. En esas dos ocasiones, la chef Flora Sobrado Rothe de Echandi, la famosísima Tía Florita, sintió la muerte muy cerca de ella.
Dos situaciones de salud comprometieron la vida de la querida profesional en cocina que, a sus 96 años, asegura que nunca antes la había visto tan cerca.
La primera fue una odisea que inició en abril del año pasado y que se agravó en julio del mismo calendario, cuando fue diagnosticada con covid-19.
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“Me dio requete fuerte”, contó doña Flora, quien tuvo una larga temporada en cama con cansancios fuera de serie y fuertísimos dolores en el cuerpo que la pusieron a pensar en lo peor.
El otro momento que desafió su salud estuvo relacionado con una caída que sufrió en su cuarto, que le dejó muchos golpes y moretones en su cuerpo, y que necesitó de otro periodo de recuperación con muchos cuidados.
La tía de Costa Rica salió vencedora de todo eso, hasta de una depresión que quiso entrometerse y hacer de las suyas, todavía más, con su salud.
En una entrevista con La Teja, Tía Florita recordó esos duros momentos de su salud y compartió la “receta” con la que hizo las del ave fénix, “platillo” que, en la actualidad, dichosamente la tiene en la misma pura risa y felicidad con la que hace 50 años conquistó la televisión costarricense.
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- ¿Por qué dice que cuando tuvo covid sintió la muerte muy de cerca?
Es que me dio requete fuerte. Toda mi familia me decía que no era posible que me hubiera dado porque a nadie más de la familia le dio y yo ni salía de la casa. Todos estaban muy asustados y lo que más me asustaba a mí era el cansancio tremendo que tenía, que hasta se te van las ganas de vivir, las ganas de todo. Era cansancio, agotamiento, falta de aire, dormía mal… de todo.
- Pero venció la enfermedad, ¿siente que volvió a nacer?
Definitivamente, porque uno se deprime mucho. Es que después de sentirte tan mal no se sabe en qué etapa de la enfermedad estás y no estás viviendo tu vida como anteriormente, porque a mi me dio fuerte, y eso que yo soy muy, pero muy valiente.
- ¿Se recuperó del todo ya o tiene alguna secuela?
Es que me han pasado dos cosas graves. La otra fue en febrero. Me resbalé en mi cuarto que es de piso de madera y caí de espaldas, acostada. Me llevé golpes en la cabeza, en la espalda, en la cintura, en las piernas. Las radiografías salían negras de los moretones. Gracias a Dios ni un dedo quebrado, pero la recuperación fue muy lenta y dolorosa. Y ahí vamos saliendo de todo, me queda poco para terminarme de restablecer.
- ¿Dice que estuvo deprimida también?
Muy deprimida. Es que he tenido experiencias fatales en mi vida, pero que recuerde, nunca jamás una cosa tan grosera y delicada como esas dos cosas que me sucedieron (el covid y la caída). Creí que era premuerte, como que Dios me estaba avisando o preparando.
- ¿Cuál cree que fue la receta con la que logró espantar la muerte?
El Espíritu Santo. Dios. Nada más. Le decía al Espíritu Santo que si ese era el paso premuerte, que lo aceptaba, porque todos tenemos que aceptarlo. Nacemos y morimos. Pero es el Espíritu Santo que me tiene aquí todavía.
- ¿Cómo se siente actualmente con 96 años de vida?
Igualita que siempre. Me siento muy feliz. Me cuesta un poco caminar porque hay una rodilla que todavía me molesta, pero ahí voy, feliz y agradecida con el Espíritu Santo.
- ¿Extraña hacer algo que ya, por temas de la edad, le es complicado?
Es triste ver cómo se van perdiendo ciertas habilidades físicas, pero con la ayuda del Espíritu Santo uno va saliendo adelante. Me cuesta mucho caminar y por eso no me animo a salir a la calle sola. ¡Es que son 96 años! Es decir, mi época de cosas bonitas se terminó, hay que ser realista, la etapa de fiestas y de las cosas que marcaron tu vida hay que dejarlas ir.
- ¿Por qué menciona tanto al Espíritu Santo cuando habla?
Fui una bendecida de Dios y por eso hablo del Espíritu Santo siempre. En mi vida todas las cosas salieron bonitas y como quería, y siempre con mucho éxito.
- ¿Qué ha aprendido de la vida con tantos años que la ha disfrutado?
Aprendí a sobrellevar cada instante que se presenta, eso no es fácil y yo lo aprendí. Aprendí también a no mortificarme porque nada hacés con llorar. Hay que acoger las cosas como vienen.
- Este 2023 cumple 50 años de carrera profesional, ¿cómo llega hasta aquí?
A mí me ha tocado comparar mis días buenos con mis días feos que son los que estamos pasando ahora, porque todo cambió. Hasta las mismas recetas cambiaron. Ya no puedo poner camarones en las recetas porque económicamente la cosa está difícil para mucha gente, entonces hay que poner recetas fáciles y no tan caras. Pero llego aquí con mucho agradecimiento porque Dios ha sido buenísimo conmigo.
- ¿Le quedó algo por hacer?
A mi me hubiera gustado haber seguido en televisión, no tan fuerte como lo llevaba antes porque económicamente no hay estímulo, pero en este momento yo creo que sí está bien ir parando, ya no soy la misma, tal vez me cansaría estar de pie tanto rato como pasaba un día entero antes o las carreras de la producción televisiva.
- ¿Quiere retirarse ya?
Me estoy retirando. Todavía grabo una vez al mes con los patrocinadores que tengo y que quieren que les haga una receta especial o que tengo un contrato de todos los meses de una receta grabada o escrita, pero son ritmos muy diferentes.
- ¿Se siente exitosa?
Exitosa y muy feliz. He tenido mis partes tristes de tocar fondo y de volver a resucitar y salir para arriba como si nada hubiese pasado. Mi Dios ha sido muy bueno conmigo y me ha dado esa virtud.
- ¿Hay algo que le quita la felicidad?
Una cosa que me pone muy triste es saber que toda mi familia ya se fue: mi papá, mi mamá, mis cuatro hermanas, un hijo, mis compañeras del colegio y hay que ser muy fuerte entonces para independizarte, pero busco cosas para entretenerme. Mi computadora me entretiene bastante y mi página de Facebook, leer los comentarios y responder a tantos mensajes tan lindos que me llegan todos los días. Eso lo disfruto mucho y espanta esos momentos de tristeza.