Laura Collado es toda una institución de la crianza de los caballos y de los topes en general. No por nada la hacienda que le heredó su padre, Hacienda Cartago, tiene más de 100 años de trayectoria.
Collado, con gran elegancia y mucho lujo, fue una de las que encabezó el esperado tope de Palmares, que regresó este año luego de dos años de ausencia por la pandemia,
Para este desfile se mandó a traer de la India una montura hecha de plata y trabajada a mano que, combinaba a la perfección con su chaqueta. Aunque no quiso decir su precio sí aseguró que se gastó sus milloncitos en este especial regalo que se hizo.
Según contó la elegante señora, ese fue su premio por haber sobrevivido a la pandemia y por todas las enseñanzas que le dejó pasar por una calamidad así.
“Toda mi vida he soñado con esta montura. Yo me la mandé a hacer como premio. Me he portado muy bien (risas) y como pasó la pandemia, aprendí mucho; entre otras cosas, que hay que vivir, y solo vivir ya es un regalo de Dios. Entonces, eso para mí fue una lección de que todos los días son importantes, por eso hay que disfrutarlos con salud, con amigos, trabajando y saber premiarse uno mismo. Debido a eso la mandé (la montura) a hacer para mí”, dijo tras superar el virus.
Doña Laura desfiló arriba de “Poseído”, un caballo de raza española y que es el padrote de su hacienda; es decir, el que usan para sacar la mayoría de las crías. Es todo un semental.
Buena música al cabalgar
Otra de las curiosidades de este año es que se hizo presente mucho caballista colombiano, que desfilaron muy a su estilo parcero, con buena música y buen whisky en la mano.
Gildardo Ramírez, oriundo de Barranquilla, pero con 19 años de vivir en Tiquicia, llegó con su caballo “El Diablo”, al que le colocó unos parlantes para ir montando la fiesta a su gusto.
Según explicó, esta es una costumbre a la que le llaman “Burroteca” (porque lo que más montan son burros), que se utiliza allá en su pueblo y por eso mandó a hacer todo el equipo de sonido igual a como lo andan sus parceros.
“Siempre asistimos a los topes porque nos encanta. Siempre he acostumbrado a montar caballo y esto es lo mejor que hay aquí en este país. En Colombia a esto le decimos ‘burroteca’, para que no falte la música y yo voy poniendo lo que la gente me pida. Es que qué agüevado andar a caballo sin buena música ranchera”, dijo el caballista.
La Asociación Cívica Palmareña informó que llegaron unos 2.000 caballistas y que el desfile de caballos transcurrió con mucho orden, pese al permiso de consumo de alcohol.
Los festejos en Palmares se extenderán hasta el 23 de enero y el próximo viernes 20 será el carnaval, otro de los eventos más concurridos de las fiestas.