Los despistes de Alonso Solís, las salidas de Diego País, así como los comentarios, las bromas y las peleas de los periodistas y panelistas de Conexión fútbol han hecho que la vida de doña Adriana Varela tenga una inyección de alegría después de vivir momentos de mucho sufrimiento.
Esta porteña, de 43 años, es madre de Alejandro Falcón, quien participó este lunes en el concurso “La silla inteligente”.
El joven se la jugó como un gato y se llevó varios premios para la casa, por lo que los integrantes del programa invitaron a la familia de Alejandro a celebrar con él frente a las cámaras. Lo curioso es que los panelistas no tenían conocimiento de lo que había superado doña Adriana para estar ahí, así que cuando ella empezó a contar esos duros momentos, todos empezaron a tragar grueso.
La señora contó al finalizar el programa que esa era la segunda vez, en cerca de año y medio, que salía de su casa, ya que lucha contra una terrible depresión que se originó cuando perdió la vista de su ojo izquierdo: Además padece polineuropatía, que es una enfermedad degenerativa que le causa dolor en todo el cuerpo.
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Por pura casualidad la primera vez que se atrevió a salir fue hace un par de meses cuando se pegaron una rifa en este programa de Repretel que les regaló entradas para tirarse el concierto de Marc Anthony, el 18 de agosto anterior. En esa ocasión asistió con su esposo.
Este martes hablamos con la porteña sobre lo sucedido en el programa y nos contó que los integrantes de Conexión fútbol, sin saberlo, le han dado mucha alegría a su vida. Para doña Adriana, el dolor físico y emocional desaparece cada noche entre las 8 y 9 de la noche, gracias a las risas que siempre le sacan los panelistas.
Adriana comentó que asistió al programa bastante medicada y que por eso pasó este martes un poco enfermita, ya que tenía fiebre. No obstante, ella confiesa que valió la pena, porque vivir esa experiencia le alegró el corazón.
“Yo fui alcohólica por mucho tiempo y Dios me sacó de eso hace siete años, pero esa vida tuvo efectos y me dañó todo el sistema nervioso, así que todos los días sufro mucho dolor. También fui víctima de una mala praxis cuando me operaron el ojo izquierdo por unas cataratas, por lo que un día después de la operación dejé de ver y no me dieron explicación alguna. Ahora estoy en lista de espera para un trasplante de córnea, porque el otro ojo me está fallando. Caí en depresión por todo eso y no he querido salir de la casa”.
“Yo veía que mi hijo se reía y gritaba cada vez que veía el programa, por lo que un día me dio intriga y me puse a verlo. Ahora puedo decir que es uno de los pocos momentos en que me río durante el día, porque me ha hecho olvidar tanto dolor y tantos problema”, afirmó Varela, quien 19 años después podrá disfrutar de un viajecito de luna de miel con su esposo, ya que su hijo les regaló la estadía que se ganó en el programa para visitar un hotel de montaña en Sarchí.
Les llegó profundo.
La visita de doña Adriana y su familia fue una gran sorpresa y motivación para la gente de Conexión, algo que los obliga a seguir metiéndole mucho amor a todo lo que hacen.
“Todos quedamos tocados porque nos marcó su historia, nos motiva saber que a esa hora damos mucha alegría a gente que no conocemos. Yo me siento encantada y feliz de saber que generamos ese efecto tan positivo en la gente, es por eso que vale la pena el trabajo y los sacrificios que hacemos para sacar el programa adelante”, dijo Gabriela Jiménez.
Por su parte, Pablo Guzmán, director del programa señaló que fue una noche muy emotiva para ellos y que desde un principio la idea del programa era llevar un poco de alegría a sus televidentes, algo que sin duda están logrando.
“Nos ha cambiado mucho la vida por historias como las de doña Adriana, hay otras personas que nos dicen que los hijos juegan lo mismos juegos que hacemos en el programa, nunca pensamos que fuera tan grande nuestra influencia”, agregó Guzmán.