Aunque es parte de la familia dueña de Teletica, la periodista María Jesús Prada no se tomó días libres y ya volvió a trabajar luego de tener su gran boda el pasado fin de semana.
La joven muchacha, hija de doña Paula Picado, dio el “Sí, acepto” al español Enrique Martin, a quien conoció en su pasantía por el país ibérico cuando laboró para el diario El País.
La pareja todavía no se irá de luna de miel, esperarán hasta marzo para cumplir un sueño que ambos tienen.
De momento, disfrutan sus primeras horas de casados y del gran cariño que les dejó el mediático matrimonio.
Chuza, como le dicen de cariño, habló con La Teja y nos dio detalles de su boda y de su vida como mujer casada.
-¿Cómo han sido esas primeras horas como mujer casada?
Superlindas, han estado llenas de amor, que hemos recibido de un montón de personas y de hecho, el lunes, tuvimos nuestra primera cita de esposos, de señores casados, fuimos a ver Avatar 2 y no mucho ha cambiado, nos seguimos amando, ahora más y muy contentos y agradecidos con la vida, con Dios y con todas las personas que nos acompañaron en alma y espíritu en ese gran día.
Todo mundo piensa que ya nos fuimos de luna de miel y no se lo pueden creer que ya volví a trabajar, pero nada, ya volví a hacer lo que más amo y Enrique también.
-¿La boda fue como la soñó?
Más de lo que jamás soñé, no tengo palabras para describir lo feliz, lo contenta y satisfecha que me siento con esa celebración. En gran parte, las ideas fueron de mi mamá (Paula Picado) porque en ella siempre he confiado por el gran gusto que tiene para estas cosas, me ayudó con todo eso y yo me encargué de los detalles.
Por ejemplo, tuvimos el carnaval y fue una celebración de la Guerra de las Galaxias, que a mí toda la vida me ha encantado esa saga y pude disfrutar y celebrar con la temáticas de las películas que más me gustan y que más he visto. Conté con el apoyo de Legión 501, que es una empresa sin fines de lucro que lleva los fondos a tratamientos médicos para niños, son trajes oficiales y personas que están capacitadas para hacerlo.
También en otros detalles, como en la iglesia, que pusimos Santa lucías, de las que crecen en la finca de mi abuela; yo de hecho todos los eneros voy a recoger, este no pude, porque estaba con lo de la boda, pero me ayudaron unas amigas que fueron hasta allá para poder entregarle un ramito a cada persona con una notita y el famoso poema de Santa Lucía.
Además hubo varios detalles del país de mi esposo, que es España, pero tengo que ser sincera, en la decoración le doy el crédito a mi mamá y a María Fernanda Castro, que fue la planeadora de bodas que trabajó conmigo, que no hay otra palabra para describirle cómo estuvo de maravillosa, porque pudo convertir mis sueños en realidad.
-Cuéntenos algunos detalles de la luna de miel...
Va a ser en marzo y nos vamos a ir a pasear de crucero a un lugar que nos gusta mucho y que lo elegimos juntos, sin decirle dónde, puedo contar que él es muy fan de los bonsái. Entonces pensamos en que la luna de miel fuera un lugar donde él pudiera ir a conocer a de esa cultura y disfrutar, él también es fotógrafo de exteriores y buscamos un lugar que tuviera los dos elementos y adentrarnos un poco más en eso.
-¿Se sorprendió el novio de ver tanta cobertura mediática o ya lo esperaba?
Sí, el novio se sorprendió un montón, especialmente cuando llegamos a la iglesia de Santa Ana, que había llegado mucha gente ahí solo para darnos los buenos deseos, yo creo que más allá de la cobertura mediática, lo que le sorprendió fue ver el cariño de esas personas.
De hecho, cuando vivíamos en España, yo tardé un tiempo en contarle a él mi situación, quería que nos conociéramos muy bien antes de decírselo, ya después estaba al tanto, pero eso sí, ni él ni yo nos esperábamos esa cobertura, siempre he sido muy reservada con mis cosas, pero en esta ocasión es una alegría tan grande, que el interés de tantas personas se suma a la ilusión que nosotros ya sentimos. Él es más reservado que yo, pero sí está muy contento con el cariño que recibimos de tanta gente.
-¿Vino mucha familia de él?
Sí, vino bastante familia. el único que faltó fue mi suegro, porque tuvo un problema de salud que le impidió poder viajar, por eso grabamos la misa, para que él pudiera acompañarnos en ese día, se vistió de traje y todo y lo vio desde allá en casa con otros amigos de mi esposo.
-¿Qué viene para usted como profesional y como esposa?, ¿se van para España, van a trabajar acá?
Seguir trabajando, soy jefe de información en teletica.com, también estoy en Teletica radio y estoy con la parte digital de la empresa, entonces seguiré trabajando como profesional. Creo que un matrimonio no debería de cambiar las aspiraciones profesionales de cada persona, mis sueños y proyectos están en el canal. Enrique es ingeniero y trabaja con placas solares, gracias a Dios ya consiguió trabajo, entonces estamos aquí y pensamos hacer nuestra vida aquí, por supuesto visitando a los familiares de él cada vez que podamos.